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CRÓNICA | Premio para los locales que se volcaron acorde a sus necesidades

Los rojillos lograron empatar la contienda, pero volvieron a ceder el 2-1 en una jugada de estrategia

La primera parte arrancó mal, muy mal para los intereses rojillos. Era evidente la necesidad por la que atravesaban los jugadores almerienses, inmersos en los puestos de descenso antes del comienzo de la jornada 41 y con la evidente prisa por eludir cuanto antes esa zona. El C.D. Mirandés, salvado ya matemáticamente y sin opciones de entrar en playoff, no había ido a pasearse ni mucho menos al Estadio de los Juegos Mediterráneos. Lo había declarado su propio técnico en la previa y lo corroboraban los jugadores tras la derrota frente al Córdoba C.F., así que nada estaba cerrado en el electrónico de Almería.

El arranque fue vertical, rápido, intenso. Una U.D. Almería con mordiente en un once inicial de hasta tres delanteros (Quique, Pozo y Uche) irrumpía con fuerza en ataque. Zongo se sumaba como cuarto atacante en cada acción en velocidad de los suyos, desbordando una y otra vez por la banda derecha y llegando en superioridad a las inmediaciones rojillas. Pero no iba a ser así, sin embargo, como llegase el tempranero primer gol de los locales. Un centro desde el córner, cerradito y pegadito al primer palo en el área pequeña, iba a ser imposible de, ni despejar por la defensa ni tampoco por Raúl, algo que Uche aprovecharía para meter la cabeza y empujar escasos centímetros hacia la línea de gol. El encuentro no cambió a raíz de que los de Soriano se adelantasen en el electrónico. Los andaluces querían más y los rojillos no daban con la tecla para aliviar a su defensa, que se veía desbordada una y otra vez por las bandas, principalmente por la derecha. Les faltaba la posesión del balón, algo sin lo que sufren. De hecho, los minutos finales de primera mitad el asedio fue a más. Hasta tres ocasiones seguidas y prácticamente idénticas tuvieron los almerienses para ampliar diferencias en la contienda. Balón abierto a banda y luego centro al corazón del área en busca de rematador. Pese a todo, primero Raúl, luego Corral y en última instancia Alain en tareas defensivas, consiguieron achicar agua y dejar en 1-0 el marcador al descanso.

La segunda parte arrancó completamente distinta. La charla en el vestuario pareció ser clara y las soluciones para tomar las riendas del encuentro también: mantener el balón. Los pupilos de Carlos Terrazas comenzaron a mover el cuero con criterio, de lado a lado y sin prisa, buscando huecos a las espaldas de los rivales y encontrando petróleo en ambas bandas. Probaron a dar de su propia medicina a los andaluces y vaya si lo consiguieron. Escasos diez minutos le bastaron a Álex García para, en un salto imperial ante su par le sacó una cabeza –lo justo para meter la suya propia- y dirigir a la red picadito donde más duele al portero el primero para los suyos. Empate.

Los locales querían recuperar el control del balón, pero, para entonces, los rojillos jugaban a su antojo y el timón del encuentro era solo suyo. En este tramo pudo sentenciar el partido Néstor Salinas que, definiendo como debía en el mano a mano con Casto, la pelota no cogió la suficiente altura ante un guardameta que la paró casi con la misma cara. Una pena. El miedo se apoderaba por momentos de los de Soriano, que no acertaban a volver a esa versión del primer tiempo que les había dado razones suficientes para llevarse los tres puntos con holgura. Pero, tal y como ocurrió también en el primer acto, la calidad de los lanzadores en el balón parado iba a ser determinante para desatascar nuevamente la contienda. Pozo puso un balón precioso de rosca al segundo palo -en una falta lateral escorada a la derecha-, al Morcillo llegó como un resorte solo para cabecear picado abajo, ajustado al poste y, lógicamente, imposible para Raúl.

El desempate llegó en el minuto 77, pero para poco daría lo que restaba, incluyendo los cuatro de añadido. Los locales ya no iban a dejar escapar una ventaja que se tradujo en tres puntos valiosísimos para sus necesidades y que les hacen salir de los puestos de descenso y depender de ellos mismos la última jornada de Liga Adelante.