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ACTUALIDAD

Alaves 0 -2 CD Mirandes

El Mirandés consigue una importantísima victoria en Vitoria.

El CD Mirandés consiguió batir al Deportivo Alavés en Mendizorroza, logrando un importante marcador y una confirmación clara de su gran momento de juego. El gol de Corral en la primera mitad, y el de Díaz de Cerio en los instantes finales, fueron argumentos suficientes para doblegar a los albiazules, que sólo en los minutos finales amenazaron el triunfo visitante de manera notable. Gran partido de los rojillos, muy completo en todas sus facetas y que aúpa al club de Anduva hasta posiciones tranquilas en la Liga Adelante.

El encuentro arrancó con muchísima intensidad por parte de ambos contrincantes. Minutos de ida y vuelta en la que ambos conjuntos demostraron el hambre por los puntos en juego sin tregua alguna en las acometidas. Instantes de fuerza en los que destacaba por puntos el cuadro rojillo, más incisivo que su rival, muy vertical en carriles interiores con el aporte de Juan Muñiz en la medular, por detrás de Infante, nuevamente como referencia en ataque. Se acercaban los de Terrazas con una buena jugada de Muñiz, que orientaba a la incorporación de José Ríos para que éste engatillara un disparo raso que se desviaba a la izquierda del marco albiazul. Eran los de Miranda quienes llevaban la voz cantante en los primeros compases, reduciendo poco a poco la influencia de los locales en el juego, obligándoles a centrar esfuerzos en parcela defensiva.

 

El primer cuarto de hora de juego se cumplía, y con él, la confirmación del mejor momento de los de Terrazas. Era Infante quien tras espectacular cabalgada, recorría toda la mitad rival, para acabar soltando un latigazo que salvaba a ras de césped Alex Ortiz. Tras él, Juan Muñiz lo intentaba de disparo lejano primero, y de falta directa después, acercando el peligro a la meta de Goitia. El Mirandés controlaba los resortes ofensivos, ante un Alavés que buscaba la salida en balones largos sobre la carrera de Guzmán, o la potencia aérea de Stevanovic y Viguera al espacio entre centrales. El equipo babazorro sufría con la iniciativa rival, y se mostraba inseguro en retaguardia con los avances de los puntas rivales.

El paso de los minutos beneficiaba a los rojillos, que se encontraban cada vez más cómodos en su situación de dominio posicional y de las mejores ocasiones. De nuevo Pablo Infante rozaba el tanto con un disparo de falta directa que salía lamiendo la escuadra de un batido Goitia. El control rojillo era total, y contaba además un sistema de juego adelantado que impedía al rival recuperar balones de peligro con eficacia cerca de zona de influencia. Con la posesión y el peligro de su parte, el Mirandés mantuvo su propuesta hasta que rondando la media hora de juego, un centro medido de Juan Muñiz desde la derecha iba a ser aprovechado por Álvaro Corral, que lanzándose en plancha, conectaba un remate de calidad haciendo el primero de la tarde.

El equipo de Terrazas dominaba por entero la situación, y veía materializada su posición en el electrónico con un más que merecido tanto. El Alavés, sin reacción aparente tras el gol, se mostraba impreciso en la construcción, alejado del área en campo rival, y con muchos problemas en salida de balón. El gran trabajo de presión tras pérdida y de achique a los medios albiazules impedían cualquier conato de conexión con los puntas, reduciendo la circulación al juego entre los pivotes y la línea de defensas. Sólo un disparo lejano de Emilio, que detuvo con reflejos Prieto, y con buena acción de Docal a continuación en el rechace, pudo considerarse como ocasión de peligro para los pupilos de Mandiá. Con el pitido final acababa una primera parte de protagonismo rojillo, en victoria momentánea gracias a la ejecución de la propuesta, más valiente y ofensiva, de los de Terrazas.

En la segunda mitad, el paso por vestuarios dejó su huella en las filas locales. Mucho más activos que en el primer tiempo, los babazorros arrancaron buscando con insistencia la llegada de Guzmán y Nano por costados, con Stevanovic mucho más próximo a Viguera de lo visto anteriormente. Minutos de llegadas para el equipo local, con buenas incorporaciones en segunda línea, aunque sin claridad en el remate. Sólo el balcánico acertó a encajar un disparo entre los tres palos que Prieto atajaba en dos tiempos.

El encuentro parecía derivar en un equilibrio de fuerzas tras un comienzo inclinado hacia los intereses vitorianos, con una mejora evidente en la propuesta y en la cantidad de llegadas. Varios centros sobre el área rojilla se sucedieron en estos primeros minutos, obligando a la zaga rojilla a emplearse al máximo para evitar el remate de los puntas locales. Apuros para los de Miranda que supieron resolver con eficacia y serenidad en los duelos individuales. Con la disputa en todo lo alto, una acción desafortunada de Guzmán sobre Infante, tras caída de éste, y golpe intencionado del 7 albiazul sobre el burgalés, acababa en expulsión del extremo local como lógica consecuencia.

Con un jugador menos, Mandiá rechaza optar por más elaboración, e introduce a Quiroga en lugar de Stevanovic, uno de los más activos hasta el momento. Con la entrada del punta el Alavés ganaba en acciones a balón parado y en remate aéreo, además de facilitar la labor de arrastre a Viguera. Por el contrario, Carlos Terrazas seguía optando por el control del juego, y daba entrada a Antxon Muneta para facilitar la posesión mantenida de balón, y la filtración de balón al espacio. En una línea de cambio de piezas con la misma intención de juego, Terrazas ordenaba a continuación el ingreso de Barahona en lugar de Docal, con lo que la profundidad por banda izquierda se mantenía intacta. El Mirandés aguantaba una propuesta valiente y de protagonismo en el manejo del balón para superar un partido cada vez más endurecido por parte local.La parte final de la segunda mitad trajo consigo un repunte en la intensidad con un Deportivo Alavés volcado sobre la meta de Prieto. El Mirandés reforzaba el ataque con la entrada de De Cerio, y optaba por un crecimiento en el ordenamiento posicional para evitar entradas desde la superpoblada línea de ataque albiazul, aumentada en los últimos minutos. Con la entrada de Tejera, Mandiá dibujó un bloque de cuatro hombres casi fijos para posiciones de remate, con lo que el peligro en juego directo se vio aumentado de cara al final de choque. Pese a todo, sería el Mirandés quien pondría la rúbrica al encuentro en botas de Díaz de Cerio, quien definiría a la perfección un contraataque con el rival volcado sobre campo rojillo, para hacer el segundo y definitivo tanto.

Con los noventa minutos cumplidos, el CD Mirandés confirmaba su buena dinámica de resultados logrando un importante triunfo en Vitoria, y acercándose aún más a los puestos altos de la clasificación.