Skip to main content
PRIMER EQUIPO

Anduva consigue la segunda victoria consecutiva (2-1)

El equipo remontó el tempranero gol de la U.D. Las Palmas con dos minutos brillantes al filo del descanso y una segunda mitad que pudo abultar el electrónico

Llegó. Por insistencia. Por merecimiento. Por justicia. Y por fútbol. Porque fue eso, una nueva tarde de fútbol en mayúsculas en Anduva. Y no es fácil hacerlo ante una entidad como la U.D. Las Palmas, pero este C.D. Mirandés certificó hoy -si no lo había hecho antes- que va a más. A mucho más. Hoy llegó la segunda victoria consecutiva en casa. Con remontada incluida. Pudieron ser más, pero lo que fueron seguro son los tres puntos. Seis de seis. Anduva manda.

Todo se puso muy cuesta arriba con el tempranero gol de Narváez en el minuto 9. Un único disparo -cerca de la escuadra eso sí- y gol. Demasiado castigo, pero era el guión del partido. Mono de trabajo y a levantar el marcador. Lo hicieron los de Andoni Iraola, a base de quitarle el balón a un equipo canario que se siente cómodo con la posesión, pero que no dominaba en Anduva. Posesión alterna y pocas ocasiones reales. Hasta que llegó el arreón. Ese que tiene su marca de serie en Anduva. Siempre Anduva. Con su gente. Apretando. Marcó el empate Íñigo Vicente tras un caracoleo al borde del área, amagó con la derecha y para dentro con la izquierda. Desde el balcón. Dibujando una trayectoria imposible para el meta. El segundo lo metió Marcos André, pero también la grada. Solo dos minutos después y ya con el 45 cumplido, el delantero brasileño aprovechó un rechace del meta que fue un auténtico paradón al mano a mano de Malsa. A la segunda la vencida. 2-1, partido levantado, pero restaban 45 minutos.

45 minutos de asedio. De asedio rojillo. Con el marcador a favor, los de Iraola fueron a más. Lejos de defender su botín, quisieron ampliarlo. Y pudieron hacerlo. Lo justo hubiese sido culminar ese jugadón del minuto 60 con el tercero. Una contra iniciada con ruleta incluida de Iñigo Vicente para salir de la primera presión. Guridi condujo por el centro, abrió para Álvaro Rey y Antonio Sánchez se quedó con la miel en los labios de empujar en el segundo palo. Íñigo Vicente, dos minutos después, perdonó con un disparo blandito. Y Matheus, recién ingresado al campo, tuvo el gol en su zurda tras un pase atrás en el punto de penalti. Entre tanto Lemos lo intentaba a base de libres directos, porque la posesión era y tenía un solo color: rojo. Acabó el encuentro sin peligro real para un C.D. Mirandés que, sin bien se llevó los tres puntos, pudo certificar su superioridad con más goles en su marcador. Al fin y al cabo, victoria. La segunda. Y a pensar en Albacete.