Skip to main content
PRIMER EQUIPO

Bilbao Athletic 1-1 C.D. Mirandés

Los rojillos cosechan un punto a domicilio que les supo a poco con el empate en el último suspiro

Desplazamiento esperado por la afición rojilla e ilusionando para los chicos de Carlos Terrazas que iban a San Mamés a meterse en la quinta decena de puntos. 50, para seguir mirando el playoff aún de más cerca.

El encuentro arrancaba con mucho ritmo, algo que no pillaba de sorpresa a los visitantes pues, tanto jugadores como técnico, lo habían avisado durante toda la semana. Efectivamente los del Cuco Ziganda no se arrugaban en el arranque y buscaban insistentemente los metros finales. Los rojillos, ni mucho menos iban a cerrarse atrás. Mismo guion y ocasiones para el espectador que disfrutaba de un arranque frenético. Para los rojillos, estas llegaban principalmente desde la esquina. Un aluvión de córners acababa haciendo trabajar a Remiro que se las veía difíciles para enviar de nuevo a la esquina unos centros cerraditos que buscaban el gol olímpico, sobre todo por la derecha con Alain. Los locales, por su parte, encontraban a Raúl con disparos desde el área en aproximaciones con criterio moviendo la pelota entre líneas. Los dos conjuntos querían el cuero y el espectáculo estaba servido. 

Tras el enésimo saque de esquina, Alain le pegaba al larguero con una rosca preciosa que complicaba la vida a Remiro cada vez que servía el guipuzcoano desde esa banda. Y a partir de ese minuto 20, el ritmo bajó. Los dos equipos se dieron una tregua pactada que se rompería diez minutos después con otra aparición espectacular del guardameta rojillo: Rául –que volvía a la que durante tanto tiempo fue su casa-. Santamaría se plantaba solo delante del portero que, como suele ser habitual en sus salidas, tapaba todo el hueco posible para hacerle la portería pequeña al delantero. Ocasión al limbo. Ni esta ni ninguna otra iba a entrar en los primeros 45 minutos de fútbol en San Mamés.

Todo lo que no quería entrar en la primera mitad iba a entrar en el arranque del segundo tiempo. Y es que apenas instantes después de que el colegiado indicase la reanudación, en el 47, Aridane cogía una volea acrobática en el segundo palo para empalar al fondo de la red. El canario ponía por delante a los suyos pero el partido no acababa aquí. Quedaba prácticamente la mitad aún y los locales iban a apretar mostrando sus evidentes necesidades de salir del pozo. Seguín lo intentaba pocos minutos después  con más corazón que cabeza. Su disparo se perdía por alto.

El carrusel de cambios en ambos banquillos iba a dar cierto respiro a las aproximaciones. Los técnicos buscaban alternativas: Terrazas para aumentar la venta y Ziganda para, al menos, igualar cuanto antes la contienda y, en tal caso, buscar los tres puntos. Uno de los recién ingresados, Álex Garcia, montaba una contra rapidísima con Alain como único compañero, que le servía un balón al espacio para que el extremo picase buscando la vaselina. Se perdía por alto una buena oportunidad para no sufrir al final. También los rojiblancos iban a perder la suya. Otra vez Raúl iba a hacer aguas las esperanzas de los bilbaínos en un centro peligroso de Unai López que el guardameta atrapaba para evitar cualquier rechace peligroso en el área. El encuentro parecía concluir con aparente tranquilidad, pero en el minuto 89, los rojiblancos se lanzaban a la desesperada y conseguían provocar un penalti. Aketxe transformaba engañando a Raúl y sentenciaba un encuentro del que los visitantes ya saboreaban los tres puntos.

Ocho partidos por delante, cinco de ellos en casa, y los de Carlos Terrazas que suman otro punto fuera de casa para hacerlo bueno el próximo domingo en Anduva frente al C.D. Numancia.