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ACTUALIDAD

CD Mirandés 3 - 1 Córdoba CF

El Mirandés se reencuentra con la victoria en Anduva.

Importantísima victoria del CD Mirandés en la tarde de hoy ante un Córdoba CF que vendió cara su piel en un partido intenso, duro por momentos, y en el que el ritmo de juego y la velocidad fueron protagonistas indiscutibles. El equipo de Arconada remontaba el primer tanto de Armando, gracias al olfato de Pablo y Mújika, que ponían a los locales por delante antes del descanso. La segunda mitad, plagada de intentos y llegadas, dejaba para el recuerdo un partido equilibrado, vibrante, y que sólo pudo cerrarse a instantes del final gracias al primer gol de Juan Muñiz con la zamarra rojilla.

El encuentro comenzó movido, con posesiones cortas, partición de dominio y mucho juego largo sin riesgo posicional para este primer periodo de tanteo. El rival, en su plan de buscar en pocos toques la velocidad al espacio de sus rápidos puntas, iniciaba el duelo con líneas altas de presión, acumulando efectivos en zona medular para garantizar superioridad e iniciativa con balón. Frente a esto, el CD Mirandés salió intenso en su labor de robo y recuperación, riguroso en su posicionamiento, y ordenado en su vertiente defensiva, para buscar a continuación y con celeridad a sus tres avanzados, Pablo, Mújika e Igor, en labores de ruptura.

La primera ocasión iba a ser para el Córdoba CF, cuando un centro envenenado de López Silva tocaba en Ríos, y obligaba a Jiménez a tirar de reflejos para salvar sobre la línea el peligroso rechace. Primera llegada y gran respuesta del meta lebrijano. El cuadro de Arconada buscaba la llegada centrando esfuerzos sobre el lado derecho, donde Malón y Mújika se convertían en el principal argumento de ataque dinámico sobre la zaga blanquiverde. En el intento de reducir la presencia rival en campo propio, el Mirandés iba a recibir el primer revés de la tarde. Sería a balón parado y antes de cumplir el primer cuarto de hora de partido cuando Abel servía un córner medido desde la izquierda, y Armando, en el segundo palo, remachaba a la red sin oposición. Los de Villanueva se encontraban con ventaja en el marcador y mejores sensaciones sobre el verde. Sería Dávila quien, a  continuación, escapaba por velocidad de su marcaje, evitaba a Jiménez en su salida y, a puerta vacía, no conseguía marcar el segundo a causa de la intervención magistral de Caneda bajo palos. Momentos difíciles para los rojillos.

El cuadro local intentaba abrir brecha en el esquema andaluz, las internadas de Pablo e Igor ensanchaban el escenario de ataque, y las llegadas de los hombres de mediocampo se antojaban claves. El primero que probaba suerte era Lucena, con un disparo desde la frontal que se escapaba alto por encima del larguero. Primer aviso que iba acompañado de un cambio en el dibujo grupal, con una configuración fija de dos bandas de mucha amplitud, y dos atacantes en carril central, que iba a mejorar la calidad y cantidad de llegadas del equipo rojillo.

Se encontraba el Mirandés entonces con más presencia en territorio enemigo, más desborde, y una profundidad que obligó progresivamente al contrario a resguardar posiciones con mayor número de efectivos atrás. Un cambio de tendencia que, sobre la media hora de juego, cristalizaba en empate cuando Txomin Nagore advertía el desmarque por banda de Iriome, y con un preciso envío a la carrera, habilitaba al canario para que éste cediera a la llegada de Pablo en segunda línea, consiguiendo la igualada de tiro raso. Los locales cogían el ritmo al partido, y la suma de ambos laterales convertía la salida rápida por costados en  poderosa arma de choque. Para redondear el primer acto rojillo, al filo del descanso, era Mújika quien aprovechaba un balón muerto en área cordobesa tras centro largo para adelantarse a todos y conseguir el gol de la ventaja antes de ir a la caseta. Gol clave y golpe de efecto para la segunda parte.

La segunda mitad comenzaba victoriosa para los intereses mirandesistas, aunque había cobrado previamente las sustituciones de Gaspar y Pablo, ambos por molestias físicas, en contrapunto a la ventaja en el electrónico. Su puesto lo habían ocupado Flaño y Muñiz respectivamente, y en el caso del asturiano, con un componente de intensificación del juego combinativo interior claro.

El CD Mirandés mantenía el discurso construido previo al ecuador, y seguía con su despliegue amplio, buscando las situaciones ventajosas de dos para uno en banda por la incorporación de Malón y Ríos, muy activos en la tarde de hoy en materia ofensiva durante todo el choque. Los de Arconada, conscientes de la necesidad de un triunfo hoy, no especularon con el marcador y situaron su doble línea de cuatro en las proximidades de la zona de creación rival, optimizando la calidad y el peligro de robos y llegadas. Con un rival contundente en la disputa, pero muy dividido en su conexión con los hombres de arriba a causa del buen desempeño en los achiques de la defensa rival, no cabía opción alguna para un Córdoba CF que dejaba a la inspiración de López Silva y al descaro individual de Uli Dávila, la mayoría de sus esperanzas de empate.

La entrada de Juan Muñiz iba a dotar al equipo de gran capacidad en balón parado, y precisamente, era un centro del 22 rojillo el que permitía a Igor rematar de cabeza en el corazón del área, rozando el tanto por centímetros. De nuevo, peligro en el ataque rojillo, y otra muestra de la dirección que seguía llevando el partido de manera inequívoca. Sobre la hora de partido, un buen ejercicio de presión de Mújika sobre la salida de balón rival, permitía a Igor Martínez hacerse con un balón franco en el lateral del área, ejecutando de seguido un potente disparo al que Saizar respondió con calidad en el blocaje. El partido se movía en una disputa constante, con grandes dosis de lucha en zona medular, en la que cada encuentro por balón dividido se hacía con intensidad y entrega total en el tackling.

El juego comenzó a endurecerse, y los pupilos de Villanueva encargados de tareas de contención, parecieron impregnarse más de la cuenta en este ascenso de los niveles de dureza. En una acción fortuita, era Aritz Mújika quien se veía obligado a abandonar el terreno de juego tras un lance en el que un rival caía por entero sobre su tobillo izquierdo, obligándole a dejar el partido, y  su sitio a Barahona. El control se dividía de nuevo a medida que se acercaba el final, aunque las mejores ocasiones seguían perteneciendo al CD Mirandés. Igor lo intentaba desde lejos con un potente disparo que se escapaba por encima del marco andaluz, y Juan Muñiz aprovechaba un gran centro del recién incorporado Asier Barahona para rozar el gol con un disparo despejado sobre marco por la defensa rival.

Los últimos minutos del duelo condujeron el desarrollo a un embudo de sistemas de juego directo que, a causa del desgaste físico por un lado, y a las urgencias del tiempo por otro, acabaron por hacer del juego largo principal vía de llegada a portería, sobre todo en el lado cordobés. Protagonismo para las claves del centro-remate, con Dávila y Silva como incansables conductores, y César Caneda en el bando rival, como baluarte defensivo y seguro de vida en la zaga local, tanto a ras de césped, como en ataques aéreos. El volcado sobre la meta de Jiménez dejaba a la espalda de zagueros espacios peligrosos para provecho de los extremos rivales. En una de las recuperaciones finales, la defensa local enviaba un balón largo sobre la carrera de Iriome, y su internada en el área concluía en derribo y máximo castigo a juicio del colegiado Pérez Pallas, que no dudaba en señalar el punto de penalti. Juan Muñíz al lanzamiento, y tercer gol para los hombres de Gonzalo Arconada.

La segunda mitad llegaba a su fin, y al igual que en la primera, un tanto daba como vencedor al Club Deportivo Mirandés. Gran victoria de casta, de lucha, de garra, y de comunión con una grada que no cesó de apoyar a los suyos durante los noventa minutos, y que despidió a ambos conjuntos con un cántico de triunfo que devuelve las mejores sensaciones al Municipal de Anduva.