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PRIMER EQUIPO

Demasiado castigo (1-0)

El Mirandés perdona y el Albacete hace valer la efectividad para llevarse los tres puntos con un solitario gol de Ortuño.

Partido de todo o nada para los locales, a los que solo les valía la victoria para seguir peleando por la salvación. Los rojillos, lanzados tras la victoria en Vallecas, buscaban metas mayores acercándose cada jornada más a los puestos nobles de la tabla. Fue un reflejo de lo que se vio en el Carlos Belmonte, pues fueron los visitantes quienes llevaron el peso del choque y, tras perdonar varias ocasiones, acabaron pagando un castigo excesivo.

Le costó al Club Deportivo Mirandés entrar en el partido. Trataba de hacerse con el control del juego pero no conseguía enlazar tres, cuatro pases, para a partir de ahí percutir. Sin esa continuidad se le hacía difícil mandar y el Albacete, cómodo ordenado atrás, esperaba simplemente la pérdida para correr en transición.

Así corrió el primer cuarto de hora de juego. A partir de entonces, ya sí, comenzó el dominio rojillo. Ahora sí, circulaba el balón de lado a lado. Javi Muñoz, Meseguer y Caballero elegían el momento idóneo para filtrar por dentro o correr con Pablo Martínez y Moha por los extremos. El Albacete, ahora, sufría las acometidas.

El primer disparo corrió a cargo de Javi Muñoz. Minuto 19. Avanzó en tres cuartos hasta pisar la media luna, sin oposición porque la defensa reculaba esperando el pase, pero eligió disparar. ¡Cerca de la escuadra de Tomeu Nadal! Moha, en el 24, disparó algo más tímido con la izquierda recortando y driblando hacia dentro sobre la línea del área. La réplica local, en el 26, para Ortuño, que controlaba de espaldas en el corazón de la zaga rojilla y disparaba potentísimo a la media vuelta. ¡Al lateral de la red!

Fueron minutos de ocasiones en ambos frentes, pero que dieron paso, de nuevo a un tramo de menos ocasiones en las áreas. Eso sí, con posesión visitante y control absoluto de la situación. Si alguien amenazaba, eran los de José Alberto López. De hecho, Cristo pudo llevar a los suyos con ventaja al descanso si llega a conectar mejor su cabezazo al centro desde la derecha de Víctor Gómez. Descanso.

Arrancó la segunda mitad con una intensidad enorme. Por parte de ambos conjuntos. El primero en avisar fue el de Miranda de Ebro. ¡Hasta en dos ocasiones! Moha tuvo un rematar franco de cabeza casi en área pequeña que adivinó Tomeu Nadal para atrapar. No acertó, como tampoco lo hizo solo un minueto después, en el 50, Cristo González. Arrancó con el balón controlado para pisar área, amagar hasta en dos ocasiones con el disparo para quitarse de encima a su par y, cuando pudo conectar el disparo, de nuevo el meta albaceteño impidió el tanto, esta vez para tapar con el pecho.

Fueron dos ocasiones clarísimas para certificar la superioridad que estaban demostrando los de José Alberto que, con el paso de los minutos, eso sí, fueron notando los minutos en las piernas después de haber jugado esta misma semana -el miércoles- en Vallecas. Lo cierto es que tampoco el Albacete parecía lanzarse a por tres puntos que, desde luego, necesitaba. Pero, en una jugada aislada, el centro medido de Álvaro Jiménez por la derecha conectó con el martillo de Ortuño, que no perdonaba de cabeza. Minuto 82, apenas sin tiempo para reaccionar, lo intentaron los visitantes sin premio final. El tanto tardío dictaba sentencia en el Carlos Belmonte.