Girona FC 4 - 0 CD Mirandés
El CD Mirandés no fue capaz de lograr rédito alguno en su visita a Montilivi, y perdió por cuatro goles a cero en un partido absolutamente condicionado por las expulsiones de los dos porteros rojillos. El gol de Bordas ponía en ventaja a los locales en una primera parte equilibrada, y con los mirandeses exhibiendo mejor juego. En la segunda mitad, sin embargo, sendas tarjetas rojas a Prieto y Jiménez, con respectivos penaltis transformados por Jandro, hacían imposible la remontada. Al filo de la conclusión, de nuevo Jandro, lograba el cuarto de la tarde.
El balón echaba a rodar en Montilivi, y se aproximaba un choque de dinámicas opuestas. Un Mirandés en crecimiento visitaba el feudo de un Girona FC con la imperiosa necesidad de ganar para mantener vivas las opciones de permanencia. Con Garmendia como timón por carril central, los de Terrazas repetían formación con dos puntas asistidos en ambas bandas por Igor y Ríos.
El partido arrancaba complicado para los rojillos. No había transcurrido el primer minuto de juego aún cuando un balón cruzado de Junca ,en la primera jugada del partido, no conseguía ser despejado por la defensa, quedando a merced de la entrada desde atrás de Bordas que empalaba de volea a un indefenso Prieto. Arranque del choque y el CD Mirandés en desventaja ante un rival bien posicionado sobre el terreno de juego, pero que no había realizado mérito alguno hasta el momento para lograr la ventaja.
El gol espoleó a los visitantes, que adelantaron líneas de juego y presión, buscando asfixiar la salida de balón contraria. Con especial incidencia en ambas bandas, el equipo rojillo buscaba explotar la capacidad de desborde y ruptura de sus hombre más veloces, apoyados por las caídas de Pablo Infante.
Con un Girona ambicioso, sin renegar del cuerpo a cuerpo, y con Jandro en búsqueda constante de balón filtrado a la carera de los puntas, el Mirandés comenzaba a cercar a los de Machín con un posicionamiento agresivo y balones rápidos a espalda de centrales. En uno de los envíos, una cesión defectuosa de la zaga sobre el meta local, a punto estuvo de ser aprovechada por Infante que, rápido e incisivo, robó el esférico para golpearlo después contra el poste derecho de la meta desguarnecida.
El CD Mirandés acumulaba la mayor parte de llegadas de peligro, pero, unas veces las imprecisiones finales, y otras, la acumulación de efectivos en defensa del rival, impedían la concreción de las tentativas. Enfrente, Junca y Bordas, ponían suspense a los últimos minutos con varios centros de peligro al área de Prieto. Con una ocasión clara de Goiria, quien disparaba potente, aunque centrado al cuerpo de Becerra, se terminaba una primera mitad desfavorable para los intereses rojillos.
La segunda mitad devolvía la acción a Montilivi con la misma tónica del primer acto. Control y más posesión para los rojillos en zona medular, aunque con dificultades a la hora de finalizar. El Girona FC, cómodo en papel pasivo de contragolpes, aguantaba este inicio bien posicionado con serenidad. Lo intentaba Ríos con un centro envenenado para la incorporación de Igor Martínez quien remataba con potencia, aunque se encontraba con los reflejos de Becerra en su camino. El Mirandés marcaba la pauta aunque sin opciones claras de gol.
Carlos Terrazas movía el banquillo y daba entrada a Díaz de Cerio en lugar de Goiria para refrescar la punta de ataque. Sin embargo, hoy la fortuna no iba a sonreír al CD Mirandés de ninguna de las maneras, y los problemas iban a llegar enseguida. Primero, en una pérdida de Borja Docal que Eloi aprovechaba para plantarse frente a Prieto, siendo derribado por éste, y cometiendo penalti a juicio del colegiado. Roja al chileno, y Jiménez que entraba por Javier Flaño para ocupar la meta. Jandro ,preciso en el lanzamiento, lograba el segundo de la tarde.
El Mirandés recibía un duro mazazo, quedando además en inferioridad numérica para el resto del encuentro. Sin embargo, las malas noticias no iban a acabar ahí, ya que, apenas dos minutos después, una nueva falta en el interior del área rojilla iba a provocar otra expulsión. Balón filtrado a espalda de centrales, y Jiménez que sale al encuentro de Ortuño derribando al delantero, y siendo expulsado minutos después de su ingreso. Sin porteros en el banco, y con nueve jugadores sobre el campo, Ríos Reina ocupaba la meta, sin opción de parar el penalti transformado, de nuevo, por Jandro.
Carlos Terrazas daba entrada a Malón en lugar de Pablo Infante, y el Mirandés reforzaba así su zaga. Antes de completarse el tiempo reglamentario, Jandro, de duro disparo desde la frontal, lograba el cuatro a cero. Con el pitido final acababa un partido para olvidar, sobre el que pasar página cuanto antes el próximo sábado a las 20 horas en Anduva, frente a la UD Las Palmas.
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