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ACTUALIDAD

R. Jaén 1 - 2 C.D. Mirandés

El Mirandés regresa a la senda de la victoria.

Victoria del CD Mirandés en su duelo frente al Real Jaén en el partido celebrado en el Municipal de la Victoria. Partido intensísimo en el que el cuadro de Arconada exhibió efectividad en su pegada y capacidad de adaptación a lo largo de los noventa minutos. Los goles de Mújika y Pablo, impusieron hoy al equipo rojillo frente a un rival que tuvo en Jona a su mejor hombre. Un final de infarto para un partido igualado en todas sus facetas y emocionante hasta el final.

El encuentro se antojaba difícil desde el comienzo. El Real Jaén, un rival en racha en este momento de la temporada, recibía a los de Gonzalo Arconada con buenas sensaciones en el rendimiento y la amenaza de Jona en ataque como cartas de presentación. Los de Miranda saltaron al verde con el esquema habitual de las últimas jornadas, y las novedades de Gaspar en el eje de la zaga, y de Muñiz, en el timón de la mediapunta, como nuevas noticias en el once inicial. Enfrente, un equipo rocoso, eficaz en el despliegue, y de rápidas transiciones en sus llegadas.

Pronto iba a desnivelarse la balanza a favor del CD Mirandés. Los rojillos, mejores en elaboración, ocupando posiciones en campo contrario y llegando con eficacia por ambas bandas, iban a concretar su dominio antes del primer cuarto de hora. Sería a balón parado, en un saque de esquina servido desde la derecha, en el que la defensa local iba a errar repetidamente en sus intentos de despeje, circunstancia aprovechada por Mújika que, de disparo raso, remacha el esférico a la red, logrando así el primero de la tarde. Efectividad total del equipo visitante en un primer acercamiento que premiaba la intensidad y concentración en la estrategia. El tanto precedió minutos de dominio para los mirandeses, que hicieron valer su mejor capacidad de combinación entre líneas, y su posicionamiento adelantado de líneas, lo que favorecía los apoyos en ataque y una mejor presión y robo en faceta defensiva.

El Real Jaén, sin opción de circulación en línea medular, centraba esfuerzos en la progresión con balón largo sobre la carrera de Jerez por banda izquierda, en busca del desborde que hiciera posible la entrada en juego de Jona, la amenaza por arriba de los locales, y su hombre más adelantado. Con el ecuador de la primera parte superado, una internada de Gaitán por la derecha acababa en centro preciso para que Jona, de gran remate, estrellara en balón en el poste derecho de Jiménez. Primer acercamiento serio del Real Jaén y gran maniobra del delantero con un testarazo de libro. La contestación la ofrecía Pablo con una peligrosa entrada por la izquierda que concluía en centro envenenado, obligando a René a exhibir reflejos en su respuesta.

El Mirandés manejaba los tiempos del partido y las mejores ocasiones; pese a todo, el rival buscó en llegadas verticales la presencia de la que adolecía en zona de creación. Así, de nuevo, un centro de Gaitán caía a pies de Jona que, tras proteger con calidad el esférico y a la media vuelta, disparaba sobre el marco de Jiménez avisando de nuevo del peligro del ataque jienense. Otro toque de atención que el Mirandés acudió raudo a minimizar. En la siguiente jugada, una falta cometida sobre Mújika en línea de tres cuartos propiciaba posición de golpeo lejano para Ríos, que el lateral aprovechaba para enviar un obús certero a gol, que salía lamiendo la escuadra derecha por centímetros. El Mirandés mostraba seguridad en su juego, eficacia en el cierre de espacios en los duelos individuales, y mucha mordiente en acercamientos a puerta. La primera mitad iba a concluir con una nueva ocasión, esta vez de Pablo infante, en la que el burgalés, zafándose de sus marcadores, iba a encarar la portería de René enviando su disparo fuera por centímetros a la derecha del poste. Los de Arconada se iban a la caseta con grandes sensaciones para encarar el comienzo de la segunda mitad.

La segunda parte trajo un Real Jaén más atrevido, más creativo , asumiendo riesgos en construcción, y con mejorada vocación ofensiva con respecto al primer acto. Jozabed acercaría el tanto en los primeros compases con un disparo colocado a la escuadra derecha de Jiménez que el lebrijano iba a desviar en espectacular estirada. Gran intervención, y aviso por parte local: el discurso no iba a ser el mismo. El Jaén, con un dibujo más incisivo, situó un mayor número de efectivos en las inmediaciones del área rojilla, más opciones de juego y mayor movilidad en campo rival para poner cerco a la portería mirandesa.

El rival encontraba su sitio con líneas adelantadas y superioridad en zona de medios gracias al aporte de ambos laterales. Con la presencia constante de Jona en punta de ataque, Jerez se hacía con el timón del ataque andaluz. Primero, en un potente disparo que el guardameta rival atajaba con seguridad, y después, en una acción individual de calidad y potencia, para servir un centro peligrosísimo al corazón del área. El Mirandés concentraba esfuerzos en parcela defensiva, y tornaba su acción en contramedidas para atajar el sorpresivo despliegue físico y de posición del rival. Pablo y Goiría ejercían de puntales para la salida directa tras robo, y el desborde del 14 suponía el mayor peligro en el uno contra uno para la zaga jienense.

El Real Jaén lo seguía intentado con una premisa clara: acumulación en posiciones de remate y refuerzo de la segunda línea. Por mediación de Curto, Machado remataba un centro peligrosísimo que rozaba el tanto. Eran los mejores momentos del cuadro local que, sin embargo, iba a ver como un fallo defensivo condenaba todo el trabajo. Servando, en una cesión defectuosa sobre el meta René, entregaba en bandeja a Pablo un balón franco de gol, que el extremo aprovechaba para hacer el segundo batiendo por bajo al portero. Bien el Mirandés en su faceta anotadora, rompiendo con un gol del todo oportuno la dinámica sostenida por el rival en su punto álgido. El gol parecía aplacar definitivamente las acometidas locales, pero el Real Jaén sacó fuerzas de flaqueza, y de la debilidad hizo fortaleza en los minutos siguientes. Con gran capacidad de reacción, y a renglón seguido, Jona iba a imponer su autoridad en el área para acercar el marcador. Balón para el hispano-hondureño en el punto de penalti, y gran maniobra del 9 local para acomodar el esférico y batir con calidad a Jiménez en su salida. Dos goles prácticamente seguidos y la emoción y los nervios que se apoderaban del Estadio de la Victoria.

Gonzalo Arconada movía el banquillo y daba entrada a Lucena e Igor Martínez. Refuerzo en la medular para apoyar acciones de contención, y velocidad para aprovechar los espacios a espalda de laterales. El cuadro rojillo, eficaz en su trabajo defensivo, subía un punto en intensidad y hacía fuertes sus opciones en el tramo final de partido, momento de máxima exigencia a todos los niveles. El empeño del Real Jaén se mantenía como argumento principal de la remontada local con continuos centros al área, y juego directo frente al que el cuadro rojillo respondió con rotundidad y contundencia hasta el final. Los últimos suspiros del duelo traían consigo la entrada de Asier Barahona y la confirmación de la victoria de un equipo que supo, a todas luces, adaptarse en cada momento al partido que le tocó jugar.