Los puntos vuelven a quedarse en Anduva en uno de los mejores partidos de la temporada (2-0)

Suma y sigue, es lo que debe pensar la afición que volvió a darse cita un encuentro más –esta vez entre semana- en Anduva y que vio cómo, de nuevo, los tres puntos se quedaban en casa. Es también lo que piensa la plantilla, y el cuerpo técnico, con Pablo Alfaro a la cabeza, que no deja de repetir a los suyos que este es el camino. Lo fue en Mieres, hace apenas tres días y lo ha vuelto a ser hoy, en un encuentro de los mejores de esta temporada y más completos en el que el C.D. Mirandés superó por 2-0 al C.D. Lealtad.

Arrancó vertical y valiente el conjunto asturiano. Lo han probado de todas las maneras los equipos que han pasado por el feudo rojillo y, el C.D. Lealtad, prefirió salir arriba que cerrarse de inicio atrás. Esto les sirvió para sacar un córner en apenas un minuto de juego y crear indecisión en la zaga rojilla en una acción en la que David Prieto finalmente despejó el peligro. Pero, superados ya los cinco minutos de juego, el C.D. Mirandés comenzó a sacar su rodillo. Con los menos habituales sobre el juego, pero con la misma ambición y protagonismo en el partido. Pito Camacho, hoy en punta de lanza, voleaba un centro dese la derecha de Yanis por encima del larguero. Primer aviso. Como en Mieres, los locales hoy querían hacer el primer tanto rápido para que el partido no se atragantase y, después de alguna ocasión más, se hizo realidad el objetivo. Fue Yanis, el más activo en la primera mitad que, a la postre, destacaría por encima del resto en los 90 minutos. Centro raso desde la derecha de Igor Martínez, que ganó línea de fondo por velocidad, y tras no llegar Pito Camacho, Yanis sí lo hacía en el segundo palo para empujar e inaugurar el marcador. Mismo guion que frente al Caudal Deportivo. Arrancaban las cosas de manera inmejorable, aunque visto el paso de los minutos, se quedó corto el marcador al descanso. Y es que ni David Prieto en un centro colgado desde la esquina, ni Yanis de nuevo en una jugada individual que acabó con su disparo estrellado entre la defensa, pudieron ampliar diferencias en sendas ocasiones claras de gol. Estas y tantas otras que precedieron al gol local dejaron con poco premio a un C.D. Mirandés arrollador.

La segunda mitad arrancó algo más calmada. Los visitantes, sin apenas protagonismo en el primer acto, volvieron a intentarlo con todas las naves arriba durante los primeros minutos, conscientes de que un empate rápido era una de las pocas balas para conseguir salir vivos de Anduva. De nuevo la defensa rojilla no hizo concesiones. Y a partir de esta seguridad atrás, el equipo se creció arriba con el paso de los minutos. Igor Martínez, especialmente solidario en las asistencias en la primera parte –muy superior en velocidad siempre a su par- tuvo dos trallazos desde la frontal, primero de izquierdas y después con la pierna buena, que se encontraron con los puños de David, que poco más pudo hacer. La entrada de Jaime por el propio Igor que se vació por el equipo, dio de nuevo velocidad a los ataques rojillos por el flanco derecho. Tuvo varias el ex del Sporting, pero de nuevo los balones colgados se paseaban por el área pequeña sin encontrar rematador. Y cuando el partido parecía haber bajado el ritmo –era el segundo encuentro para ambos conjuntos en poco más de 72 horas- llegó la sentencia de Yanis. Un centro alto colgado desde la izquierda que encontraba la cabeza del extremo francés que la reventaba contra la red y lo celebraba con rabia con su hinchada. El gol valía definitivamente otros tres puntos más.

De nuevo el C.D. Mirandés demostró su superioridad, juegue quien juegue, en un encuentro controlado de principio a fin y que vale para mantener distancias con el inmediato perseguidor –el Sporting de Gijón B- y aumentarla con el resto.