Skip to main content
ACTUALIDAD

Primer empate sin goles de la temporada (0-0)

Los rojillos controlaron la segunda mitad pero les faltó claridad en la última línea para haber sumado los tres puntos.

Sea quedaron sin marcar. Y es noticia este año. De hecho, es el primer empate a cero de la temporada para los de Borja Jiménez. Fue en Irún, hoy, frente al rey del empate: el Real Unión Club. Una primera parte sin ritmo ni ocasiones en la que el gol ni se insinuó. La segunda, más dominada por el Mirandés, fue más vertical, aunque la imprecisión en tres cuartos de los visitantes les alejaron de la victoria. El Real Unión, sin embargo, abandonó la posesión del balón, pero tuvo dos ocasiones claras de hacer gol. Al final, reparto de puntos.

Incómodos. Se sintieron toda la primera mitad incómodos. Sin balón. Sin dominio. Sin posesión. Y así este Mirandés pierde enteros. Tampoco es que el Real Unión dominase el esférico, pero ni uno otro equipo lograban percutir en área. Mucho juego de medio campo. En horizontal. Y cuando se aproximaban a portería, se apagaban las luces. Por los rojillos no hubo disparo entre los tres palos. Sí situaciones en el balcón del área para Matheus y Yanis, pero que no acertaron a solventar para encontrar puerta. En los locales, un tiro de Orbegozo blandito abajo que blocó un bien colocado Limones. Fue todo por los primeros 45 minutos.

Salió otro Mirandés de vestuarios. Dos cambios: Romero y Claudio al césped, este último en una clara intención por el técnico de buscar el gol de inmediato. Ahora sí dominaban los de Miranda de Ebro, pero de nuevo sin claridad en el último tramo del campo. Llegaba el primer disparo a puerta. Matheus desde la frontal. Minuto 51. A las manos de Sequeira. Dos después, Hugo Rama. Rosca marca de la casa desde la frontal y a punto de sorprender a un Sequeira adelantado. Atrapó en dos tiempos. En el 57, Sola ponía la réplica con un disparo de primeras a centro desde la izquierda que se marchaba cercano al palo derecho de Limones. Corrían los minutos sin goles. Superada ya la hora de juego. Mismo guion. Dominio visitante, pero sin profundidad. La defensa local no abría huecos, ni tampoco dejaba espacio a su espalda para correr. 70 de partido, 80, 85...y con el Mirandés volcado a por el gol, Etxaburu la mandaba al palo. Susto en la postería de Limones que, ya en el descuento y sin apenas haber tenido trabajo en todo el partido, volvía a demostrar que gana puntos. Paradón abajo con pierna derecha dando muestras de unos reflejos brillantes. Final. En el día que el equipo no logró esa frescura y precisión en ataque, supo empatar y seguir sumando una jornada más