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PRIMER EQUIPO

Remontada jabata con sabor a tres puntos (2-1)

Los de Claudio Barragán supieron reconfortarse para remontar y llevarse tres puntos que les sacan del descenso.

Choque vital para los rojillos que cerraba el año antes de marcharse al parón navideño los futbolistas. Vital por los puntos en juego, que suponían un premio ansiado por ambos conjuntos, rivales directos si miramos la clasificación, y que supondría el quedarse en los puestoa comprometidos durante este periodo.

Arrancó el encuentro con alternativas, en una y otra área. Ambos conjuntos, lejos de pelear primero por mantener la portería a 0, optaban por las acciones ofensivas para ser los primeros en ponerse por delante y obligar al contrario después. Marco Sangalli primero, en una internada marca de la casa en el área a punto estuvo de encontrar el disparo, pero la defensa lo impidió. Minutos después, Guarrotxena probaba de lejos con un trallazo que cogió una folla seca endiablada que se marchó muy cerca del larguero. Fueron las más claras de la primera mitad para los rojillos. En el área de Roberto, Nano fue el más incisivo con sus libres directos y colgando balones con peligro desde la izquierda; Quique, también muy rápido en las galopadas individuales.

La segunda parte empezó de la peor manera posible. Como si se repitiese el guion del partido anterior, minuto 46 y gol en contra. La U.D. Almería se adelantaba en el electrónica en prácticamente la primera jugada de la segunda mitad. El corpulento Juanjo recibía entre líneas sin oposición ni presión, bajaba la pelota con tranquilidad y ponía un pase al espacio para Quique que, por bajo, no perdonaba. El equipo volvía a verse por debajo en el marcador un partido más y le tocaba reaccionar con solo ya 45 minutos por delante. Y vaya si lo hizo.

Los de Claudio Barragán tiraron de estrategia para empatar la contienda. Ya en el primer tiempo habían sido varias las ocasiones con peligro que llegaban de balones parados colgados al área. Y en el minuto 59, cierto es tras algo de fortuna, Álex Ortiz encontraba el premio a la insistencia en un córner colgado que no encontró primer rematador; el balón llegó a los pies de Guarrotxena que disparó e impactó con Provencio, que tampoco consiguió desviar a la red y tuvo que ser Ortiz quien sin oposición se metiese él con la pelota al fondo de las mallas. Llegaron los mejores minutos locales con un Almería noqueado. El rival agonizaba en la lona aún preguntándose por el empate y, diez minutos después, el Mirandés le daba motivos a los de Fernando Soriano –que sería expulsado entonces- para pensar ahora en la derrota. Cayó el segundo. Otra vez de cabeza. Otra vez a balón parado. Otra vez fruto de la estrategia. Maikel Mesa se quedó solo en el balcón del área pequeña para rematar sin contrarios alrededor y colocar el cuero imposible para Casto. Estallaba la alegría en la grada que lo celebraba abrazada al tinerfeño.

Hubo tiempo entonces, desde este minuto 70, para sentenciar y para sufrir. La cara y la cruz de un encuentro de Segunda División, con la ventaja mínima. Y los rojillos supieron hacer ambas. Pudieron sentenciar en varias contras con superioridad con un Almería volcado; pero también supieron sufrir para salvaguardar el botín merecidamente logrado antes. Tres puntos importantísimos para salir del descenso antes de este parón navideño.

Aforo: 3.093 espectadores