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PRIMER EQUIPO

Remontada y liderato en Olaranbe (1-2)

Tras un mal arranque, los de Alfaro cambiaron completamente en el descanso y remontaron para llevarse los 3 puntos.

Las cosas arrancaron mal en Olaranbe. Muy mal. Y es que los de Pablo Alfaro, casi sin haber pitado el árbitro el comienzo del encuentro, ya perdían 1-0 tras el golazo de Irazabal en el minuto 3 con un zurdazo teledirigido a la escuadra. Y con lo que valen los goles en esta categoría -los rojillos solo habían recibido dos en seis partidos- el encuentro se ponía realmente mal para los intereses visitantes. Tocaba ir a remolque todo el partido.

Lo cierto es que el C.D. Mirandés no entró nada bien al encuentro y le costaría situarse sobre el rectángulo de Olaranbe más de 20 minutos. Fue, por contra, el mejor tramo de partido para los locales, que ganaban todas las disputas aéreas y tenían más posesión que su rival. Sorprendentemente, los de Pablo Alfaro no conseguían hacerse con el dominio del juego y llegaban tarde a los balones divididos. Así era difícil generar ocasiones y, aunque el C.D. Vitoria tampoco se acercaba con peligro al área de Limones, el partido caía más a su favor. Para cuando los visitantes comenzaron a imponer el guion del choque se sobrepasaba ya los 40 minutos de juego, que coincidieron con la mejor ocasión de la primera mitad, a cargo de Eloy Gila en combinación con Diego Cervero. Pero finalmente, el pase que trataba de filtrar el mediapunta no llego al delantero rojillo. Lamejoría se vio frenada en seco porque no había tiempo para más. Jugadores a vestuarios.

Fue lo mejor que le pudo pasar al equipo. Charla con su entrenador para corregir y ajustar piezas con la idea de remontar cuanto antes el encuentro. Quedaban 45 minutos y era tiempo más que suficiente para levantar el partido. El mister dio entrada a Peláez y Yanis, dos jugadores ofensivos que trataron de dotar de mayor protagonismo el ataque Mirandés. El encuentro había cambiado por completo y ahora sí, y como al final de la primera parte, era evidente la superioridad del C.D. Mirandés. Supremacía en la posesión refrendada a su vez en ocasiones. Dos minutos después de dar vía libre para el juego el colegiado, los dos protagonistas que salían de banquillo firmaron una ocasión que se quedó en eso, ya que la defensa estuvo rápida para replegar y arrebatar un balón aéreo que parecía que ya llegaba para el remate de Peláez en el área. En la siguiente -minuto 56-, no hubo oposición. David Prieto llegó solo al corazón del área tras zafarse de su marca siguiendo la estela que dibujaba un centro con rosquita de Antonio Romero; conectó perfecto el cabezazo para igualar la contienda. 1-1, comenzaba otro partido.

Tras el empate los rojillos supieron interpretar el nuevo guion a la perfección. Suyo era el dominio y esto provocaba que no solo tuvieran sus ocasiones, sino también que evitasen las contrarias. Con calma, buscaban los huecos con los que llegar a posiciones de verdadero peligro y obligaban a la defensa a exprimirse al máximo. En una nueva jugada a balón parado, Prieto provocó la expulsión de su pareja de baile, Cristian Moreno, que dejaba a su equipo con 10 en el minuto 67. Había tiempo para culminar la remontada.

Solo 4 minutos después, nueva ocasión de peligro a balón parado y Melli -tras el córner botado desde la derecha- caía en el área agarrado por un defensor. Penalti. Cervero en los 11 metros y lo de siempre: GOL. Sorprendentemente, tras verse por encima en el marcador y pese a jugar contra 10, a los de Pablo Alfaro volviço a costarles hacerse con el dominio del juego. Supieron interpretar peor el encuentro de lo que lo estaban haciendo hasta ese momento de ponerse por delante. Lógicamente, el C.D. Vitoria ya se volcaba sin nada que perder y eso condicionaba a un conjunto, el rojillo, que guardaba la ropa atrás con la ventaja que tanto había costado lograr. Pese a todo, el C.D. Mirandés pudo matar definitivamente el partido en el minuto 83 cuando, tras un centro medido de Peláez por la derecha, Jaime remató solo pero demasiado picado y el cabezazo se marchó por encima del travesaño.  El marcador no se movería más y el premio de la remontada serían esos 3 puntos de oro de Olaranbe que sirven para cerrar la jornada 7 como líderes del Grupo II de Segunda B.