Victoria para cerrar la primera vuelta en Anduva (2-1)

Anduva vivió la última victoria de este año 2017. Fue ante el Arenas Club de Getxo en un encuentro que, como bien había advertido el mister, no iba a ser nada fácil. No lo fue. Costó abrir la lata pese a las ocasiones de la primera mitad y, después de inaugurar el marcador y verse empatados pocos minutos después, los rojillos supieron levantar el resultado para cerrar el año en Anduva de la mejor manera posible.

El encuentro arrancó con un ritmo vertiginoso, más en dirección a la portería visitante que a la de Limones. El C.D. Mirandés quería marcar rápido. Imponía su ritmo. Avisaba al Arenas Club de que no iba a especular con un marcador ajustado, consciente de la vida de este equipo en todos los encuentros hasta el minuto 90. Con este escenario abría el telón y, en el minuto 2, Pito Camacho erraba una volea con la pierna mala que pudo suponer el primer tanto. Por poco. Alternativas en ambas áreas, aunque con más timidez, el Arenas también buscaba a Limones. De lejos. La zaga rojilla se encargaba de construir la muralla para evitar acercamientos. Superados los quince de encuentro, una doble ocasión, primero de Yanis en la arrancada a la contra y después de Romero, con un centro-chut, mereció, al menos una de ellas, inaugurar el electrónico de Anduva. Con algo menos de ritmo que en el arranque, el Arenas comenzó a sentirse más cómodo. Proponía el juego directo, con acciones cortas que partían de ganar las caídas en las disputas. Un guion que al Mirandés no le interesaba en absoluto y, cumplida la media hora de juego, volvió a subir un peldaño en el ritmo. Entonces sí, volvió el aluvión de ocasiones rojillas, esta vez multiplicado o incluso triplicado. Porque en los últimos quince de primera mitad el ‘uy’ en el banquillo local fue más que recurrente. Yanis tuvo dos, pero Txemi acertó en los mano a mano. Cervero y Pito Camacho se asociaron bien en el área pero su pared, ya pisando casi área pequeña, no encontró definitivamente al almeriense. Y los centros desde ambas bandas no conectaron con nadie que empujase a gol. Al final, ecuador sin goles.

El plan estaba ya expuesto sobre el césped. Los de Anduva habían sido muy superiores a su rival durante 45 minutos y solo faltaba ese gol que, injustamente, se les había negado. Pero el Arenas también se dio cuenta de que no era el partido que a ellos les convenía. La contienda arrancó más igualada, al menos en lo que a juego se refiere. Sin embargo, ahora sí, los de Alfaro encontraban premio al poco de empezar. En el minuto 52 Antonio Romero se marcaba un zapatazo endiablado desde el libre directo que, peinado ligeramente por la barrera, acababa en el interior de las mallas. Ahora sí, el Arenas se veía obligado a adelantar sus líneas. Prontó llegó la réplica visitante, con un cabezazo de Aitor Ramos en el 57 que se encontró con el poste. Avisaba el Arenas Club antes de, definitivamente, golpear. Con el Mirandés volcado para ampliar diferencias, los visitantes aprovechaban una contra bien dirigida que llegaba a las botas de Luis Villa. Frente a frente con Limones, aseguraba de interior al palo largo. Minuto 63, empate.

Tocaba volver a ver puerta. En realidad, el Mirandés nunca había dejado de intentar hacerlo, pero ahora era casi obligación si querían cerrar el año en Anduva con tres puntos más. Dicho y hecho. Apenas siete minutos duró la alegría en el bando visitante, el tiempo que tardó el de siempre, Diego Cervero, en reencontrarse con el gol ante su afición después de haberse quedado sin marcar ante la Real Sociedad ‘B’. Rechace del portero y balón suelto en el balcón del área. El ‘killer’ y su hábitat. Lo de siempre. Cervero a gol. ‘Cervegol’.

Con el marcador a favor tocó sufrir hasta el final para aguantar el resultado. Y es que el Arenas nunca se rindió. Hasta el final. Y el final dictó sentencia. 2-1 y tres puntos más para cerrar el 2017 en Anduva con triunfo.