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PRIMER EQUIPO

Victoria trabajadísima para sumar tres puntos en casa y seguir invictos (2-1)

Golpe sobre la mesa de los de Carlos Terrazas ante el Rayo Vallecano para sumar nueve puntos tras cinco jornadas disputadas.

Tocaba el Rayo Vallecano, tocaba “bailar de nuevo con la más fea”. Bien avisaba Provencio y el propio entrenador, Carlos Terrazas, en la previa: “sabíamos cuando salió el calendario que iba a ser un arranque difícil”. Pero resulta que difícil está siendo para los rivales de los rojillos. Y es que después de la remontada ante el Cádiz en Anduva, hoy le tocó claudicar al Rayo Vallecano.

Arrancó el encuentro a favor de los interses del conjunto de la franja. Los de José Ramón Sandoval controlaban la posesión del esférico, cierto es, sin demasiada verticalidad de principio. A los rojillos les costaba pelear el balón en medio campo frente a gente como Trashorras, que era el metrónomo de los suyos para dispensar de balones a sus delateros. Conforme pasaban los minutos, los locales se iban sintiendo más cómodos en su campo, consiguiendo quitar la pelota a su rival y trenzando algunas jugadas de peligro con buenas combinaciones entre Néstor Salinas –en el enganche- y Pedro. El protagonismo iba haciéndose parejo y lo que marcaba el encuentro eran las embestidas ofensivas de unos y otros: los locales con rapidez en las contras y los visitantes con balones colgados a su referencia, Manucho. Sin ninguna ocasión clara de peligro para los rayistas, fue Pedro el encargado de coger la iniciativa en el ataque de los suyos y la insistencia tuvo su premio. El 12 rojillo volvía a reencontrarse con el gol con la elástica rojilla en una definición perfecta rasa abajo para inaugurar el marcador en el 33 de juego. La alegría no duraría mucho, y es que antes del descanso Embarba, de golpeo seco y cruzado, batía la meta de Sergio Pérez para igualar la contienda.

La salida de vestuarios fue muy distinta a lo visto en los primeros 45 minutos. Eran los de Carlos Terrazas quienes mandaban ahora en el juego y, además, con ocasiones para hacer el segundo. Un Rayo desdibujado no encontraba su medio campo y caía ante la presión alta característica de los de Miranda de Ebro. Y sin dejar pasar más tiempo, la confianza de Iker Guarrotxena en la presión al guardameta Toño tuvo el mejor de los premios. Se tiró al suelo el delantero para que el golpeo del portero fuese directamente a sus piernas y reincorporándose rápidamente empujar con el interior al fondo de la red.

Tras el gol, poco duró el orden táctico de los visitantes, que se lanzaron al ataque dando entrada a varios jugadores de refresco para tratar de volver a empatar el choque. Tuvieron sus ocasiones, principalmente con balones aéreos colgados para aprovechar la altura de su delantero y con disparos lejanos desde la frontal ante la imposibilidad de percutir en el área. Entre tanto, los rojillos bien pudieron materializar sus ocasiones aprovechando los huecos lógicos que los madrileños dejaban en defensa. Eguaras disparó al larguero en un centro largo que cogió la rosca precisa. Ni unos ni otros iban a encontrar ya portería, pero el trabajo de los rojillos ya había dado sus frutos para ser ellos quienes sumasen los tres puntos esta tarde en Anduva.

Nueve son los que cosechan ya los de Carlos Terrazas tras las cinco primeras jornadas de liga en las que no conocen la derrota. Próxima cita este jueves en Girona.

Aforo: 3.562 espectadores