CD Mirandés 2-2 CE Sabadell
El CD Mirandés lograba un punto en la visita del CE Sabadell a Anduva, y suma un escalón más a su recorrido hacia el play off de ascenso. Los goles de Garmendia y Goiria, ambos a balón parado, otorgaban una ventaja a los rojillos tras el tanto inicial de Cristian. Sin embargo, sobre la hora de juego, el colegiado señalaba la pena máxima en una acción entre Flaño y Aníbal, con expulsión para el navarro. El ariete arlequinado no perdonaba desde los once metros, y ponía las definitivas tablas en el marcador.
El de hoy se antojaba como partido trascendental para las opciones de ambos equipos de cara a las candidaturas para entrar en el play off. Los dos equipos saltaban al Municipal de Anduva sabedores de que una victoria los catapultaba a la frontera con unas posiciones de privilegio que cada vez se ven más cercanas en la clasificación. El encuentro arrancaba de cara para el CE Sabadell ya que, tras un arranque enérgico, Cristian lograba colocar un potente disparo desde el lateral del área en la escuadra de Bernardo para conseguir el primer tanto. Con los primeros diez minutos cumplidos, el Mirandés asumía el impacto y comenzaba a carburar con velocidad hacia posiciones de remate, con la misión de empatar lo antes posible.
Los rojillos buscaban con velocidad la salida por banda o a la carrera de Pablo Infante, toda vez que la construcción de la jugada se realizaba a través de transiciones cortas y muchos apoyos. El Mirandés buscaba la sorpresa con mucha movilidad de sus hombres de ataque, especialmente de sus inquilinos de banda, donde Iriome y Ríos explotaron al máximo el cambio de costado de manera continua. Buenos minutos para el equipo de Terrazas que lograba conectar cada vez con más peligro con su punta de ataque, obligando a la zaga rival y al guardameta Nauzet a emplearse a fondo para evitar el gol. Sin embargo, tanta fue la insistencia y la capacidad de llegada de los rojillos, que rondando la media hora de juego, un corner botado por Pablo Infante desde la izquierda encontraba la cabeza de Joseba Garmendia, para terminar alojado en las mallas.
El gol venía a premiar a un Mirandés más decidido, flexible en la ejecución de su planteamiento, y muy peligroso en el juego aéreo. El CE Sabadell, preciso en la construcción y ágil a la hora de hacer circular el balón, veía como el ritmo de juego rojillo acababa imponiéndose por la mejor presión en el capítulo recuperador, y la rapidez de ataque al espacio en faceta ofensiva. Con todo, de nuevo el balón parado iba a resultar valioso para los locales, cuando a la media hora de juego, conseguían el tanto de la ventaja. Saque de esquina, esta vez botado por Ríos Reina, y Asier Goiría que se anticipaba a la zaga para peinar el esférico y mandarlo a gol.
El tanto condecoraba la eficacia del Mirandés, y su acierto por liberar los carriles interiores, copados de presencia contraria, optando por un juego más extenso en lo posicional y lo táctico. Las llegadas con centro peligroso al área por ambos costados se sucedían, y la labor de ruptura del juego combinativo catalán lograba que los primeros cuarenta y cinco minutos concluyesen con triunfo para los de casa.
La segunda mitad arrancaba con ritmo intenso en sus primeros compases. Los visitantes saltaban con hambre de gol, y pudo verse en estos minutos una intensidad en el juego catalán desconocida hasta el momento. Pese a ello, el primer aviso vino de parte rojilla, con un gran disparo de Infante que se escapó por centímetros por encima del marco de Nauzet. Primer movimiento de los locales que iba a tener contestación inmediata, y de mucho peso, en los instantes siguientes. Un balón largo sobre la posición de Aníbal, que el mejicano condujo con calidad hacia el interior del área, iba a acabar en derribo por parte de Javier Flaño, y a juicio del colegiado, merecedor de tarjeta roja, expulsión y penalti.
Una decisión de trascendentales consecuencias para el devenir del choque ,ya que , desde los once metros, Aníbal fusilaba a Bernardo y establecía un empate a defender frente a un CD Mirandés que se quedaba con diez jugadores a partir de ese momento. Una superioridad numérica que facilitó la tarea de los de Olmo de ensanchar el campo, buscando espacios restantes del seguimiento de la marca con un efectivo menos por parte del rival, y con gran concentración de efectivos en zona medular.
El paso de los minutos iba en contra de los intereses de un CD Mirandés más ambiciosos que su rival, y con la necesidad de conseguir el tanto de la victoria de manera urgente. Carlos Terrazas introducía dos cambios de perfil ofensivo para mantener el poder goleador en punta, ampliando además las opciones en la circulación de balón en metros finales. Ríos y Pablo dejaban su sitio a De Cerio y Muñiz, y con ello, el equipo cambiaba de línea con el asturiano e Iriome por costados, y Goiria ejerciendo de mediapunta, enganchando con De Cerio como única referencia.
Con el empuje ejercido por los rojillos, el encuentro se encaminaba hacia una conclusión de resultado imprevisible y de tensión continuada. El CE Sabadell, por su parte, buscó mantener el mismo escenario a través de combinaciones largas, mantenimiento de la pelota en zonas liberadas de presión, o el empleo constante de pases de seguridad encaminados a un crecimiento horizontal del equipo. Con el paso atrás incluido, los arlequinados gozarían de una última ocasión protagonizada por el veterano Rául Tamudo, en un centro lejano que el delantero cabeceó por encima de la meta de un seguro Bernardo.
Con el pitido final, ambos equipos se repartían los puntos y lograban un acercamiento casi definitivo a la salvación matemática, y por tanto, un recorte hacia la meta final de la fase de ascenso. El Mirandés salía ovacionado por su público en una tarde en la que pese a ser superiores, demostrando carácter y actitud inmejorable hasta el final, el triunfo no fue posible.
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