Derrota por la mínima en Cartagena que acaba con la andadura rojilla en la Copa (2-1)

Dominio en el arranque para los locales que salieron mejor a su campo que los rojillos. Con una propuesta de fútbol diferente, el FC Cartagena hacía daño a los de Pablo Alfaro por bandas y con diagonales largas a sus delanteros, que hacían moverse mucho a la pareja de centrales hoy: Prieto y Melli. Álvaro González era el primero en probar a Sergio en una internada por el costado izquierdo del área en la que el meta supo salir bien a achicar espacios y despejar con el cuerpo. En el cuadro visitante, Yanis es el que más peligro llevaba con velocidad en banda, pero no terminaba de pisar área. Aketxe, en el 15, volvía a avisar con un remate de cabeza tras centro colgado desde la derecha, pero se le marchaba muy desviado. Las cosas se ponían peor para los intereses de Pablo Alfaro y los suyos con la lesión de Kijera al cuarto de hora; en su lugar salía Mario y Paris ocupaba el carril izquierdo. Pero tras este arranque dubitativo en campo rival, los rojillos comenzaron a crecer en el partido a partir del minuto 20. El recién ingresado Mario se animaba en ataque y enganchaba una volea en el minuto 21 desde la frontal. Desviado. El Cartagena seguía intentando buscar la contra tras pérdida rival, pero los visitantes eran ahora más precisos y contundentes para cortar en medio campo. En los mejores minutos de los burgaleses llegaba la ocasión más clara en un cabezazo de Eloy Gila desde el punto de penalti que Marcos enviaba in extremis a córner. Y solo un minuto después, tras el saque de esquina, los locales pillaban en superioridad montando un ataque rapidísimo que acababa en los pies de Cristo en el punto de penalti y sin oposición. Empujaba a placer: gol. Antes del descanso el Mirandés iba a tener una en las botas de Pito, dentro del área, que se giraba bien pero en última instancia la defensa taponaba su disparo cuando parecía que podía llegar el gol. Y ya en el añadido era Mario quien se animaba de nuevo en ataque para triangular en el pico del área con Pito y Rúper, pero no llegó a disparar finalmente.

A la salida de vestuarios, la propuesta del Cartagena fue dormir el partido desde el primer minuto. Con ventaja en el marcador, los locales tocaban con tranquilidad en su campo. Como en el primer acto, prefirieron que fuese el Mirandés quien propusiese y ellos encomendarse a la velocidad en sus contras. Y de nuevo les surtió efecto. Tras una salida rápida desde atrás y una buena combinación de pases en tres cuartos, la pared llegaba de vuelta a Chavero que batía por bajo y en dos tiempos a Sergio. La distancia les duró poco porque Eloy Gila recortó distancias en siete minutos después, en el 60, tras un buen juego de pases en banda izquierda que acabó con un pase atrás al segundo palo para el media punta rojillo que con calma y seguridad ponía el balón en el fondo de la red con el interior de su bota izquierda. Quedaba partido.

Sin embargo, si bien había minutos, lo que no hubo es demasiado juego. El Cartagena llevó el partido donde quería con constantes parones y pérdidas de tiempo. Se jugaba poco y el colegiado comenzaba con el carrusel de amonestaciones. Aún con todo, con un Mirandés volcado, el Cartagena hacía sangre en sus contras. Sergio Pérez mantenía el partido vivo en el 67 con un paradón a quemar ropa para mandar el cuero a córner; y en el córner Moisés se estiró con el pie en plancha para acabar mandándola al lateral de la red. Cervero tuvo su ocasión en un balón colgado en el minuto 82, pero el meta Marcos con los puños despejó antes de que el delantero cabecease. Hasta el último instante Eloy Gila y Yanis lo intentaron con disparos en solitario que taponaron los defensas. No hubo tiempo para más.