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PRIMER EQUIPO

El C.D. Mirandés arranca sumando a domicilio (1-1)

Los rojillos fueron muy sólidos todo el encuentro, pero una jugada embarullada en el área supuso el empate.

Estreno del C.D. Mirandés en la Segunda División el de esta tarde en el Estadio Sarriena. Los de Pablo Alfaro arrancaban su andadura arropados por más de 300 seguidores rojillos que vestían las gradas de rojo y negro. Y los suyos no defraudaban sobre el césped. El arranque fue para los visitantes, dispuestos a llevar el timón del encuentro hacia a lo que a ellos les interesaban. Y efectivamente, la posesión era para los rojillos, que trataban de hacerlas largas y en corto para mover al contrario y buscar espacios llevando el cuero hacia el área. En los balones largos, era Cervero -la referencia en punta de lanza- quien se encargaba de controlar y descargar, bien sobre Romero o a las bandas con Yanis y Borja Sánchez. Precisamente las dos alas rojillas eran las que más daño hacían a la espalda de sus laterales, a los que buscaban constantemente y ganaban en velocidad pisando línea de fondo. Y así llegó el gol. Jugada por banda izquierda de Yanis que, tras dejar atrás a su par, sirvió en paralelo para Cervero quien, ya con su sitio ganado en el área pequeña, empujaba para inaugurar el marcador. Minuto 11, 0-1.

Si bien hasta el gol el Leioa se había aproximado tímidamente al área de Limones consiguiendo algún córner a su favor, a partir del gol los visitantes crecieron en el partido y se hicieron aún más dominadores del encuentro. Además, la presión alta y organizada de los de Alfaro, hacía mucho daño a los locales que sufrían cuando el C.D. Mirandés robaba en campo contrario y montaba rápido el ataque. Así llegó la ocasión más clara tras el gol, en el minuto 31 de nuevo Cervero, en combinación con Romero que tras recibir un balón descargado con el pecho por el punta, le devolvió al espacio y, cuando todos pensaban que Cervero dispararía, de nuevo intentó buscar a Romero, pero despejó la zaga. En contra, el susto llegó en el 35, cuando Undabarrena estrelló un trallazo en la madera. Rúper perdió el balón en la salida al interponerse el árbitro en su pase y se le quedó al capitán del Leioa que no se lo pensó para disparar.

La segunda parte arrancó con el dominio local, obligado a empatar la contienda en tan solo 45 minutos si aún querían tener opción de dejar los tres puntos en casa. Sin abusar del balón largo, como quizás habían hecho en el primer acto, los locales se hicieron con el dominio y la posesión. Jugaban mucho en su campo, sin complicarse y cediendo el balón atrás siempre que se encontraban con la línea de mediocentros rojillos. La presión visitante, lógicamente, bajaba con el paso de los minutos y el cansancio acumulado. El Leioa ganaba metros y se aproximaba, pero la defensa rojilla estaba intratable: Paris y Kijera en los laterales, acompañaban a sus marcas hasta línea de fondo para evitar los centros, mientras que Puerto y Prieto no daban opción en el juego aéreo. Los de Alfaro se encomendaban a las contras, una de ellas perfectamente dirigida por un recién ingresado Jaime Santos que condujo más de 30 metros y su galopada acabó en córner. El encuentro, aunque con menos protagonismo rojillo que en la primera mitad, parecía controlado, pero en una jugada embarullada en el área, los rebotes favorecieron a los locales y a Iriondo le dio tiempo a controlar, girarse y colocar el disparo fuera del alcance de Limones. Se establecía el empate en el marcador.

El C.D. Mirandés tiró de casta en los minutos finales a pesar del cansancio y una incorporación de Kijera por la izquierda a punto estuvo de dar la victoria a los visitantes. El lateral lanzó un centro-chut que salió rozando la escuadra. No entró y el marcador no se movió ya.