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PRIMER EQUIPO

El C.D. Mirandés se trae un valioso punto del Heliodoro Rodríguez López ante el C.D. Tenerife (1-1)

Punto trabajado con una primera mitad mejor que la segunda aunque, al final, los rojillos también supieron sufrir.

No iba a ser fácil y, desde luego no lo fue. Pero, a fin de cuentas y tras más de 90 minutos de pelea, los rojillos se consiguieron llevar un valioso y trabajado punto del Heliodoro Rodríguez López de Tenerife.

El C.D. Mirandés se presentaba en la isla para abrir la jornada 28 del campeonato de LaLiga 1|2|3 ante un rival enrachado. Cinco victorias consecutivas en casa y toda la temporada sin dejar salir de allí los tres puntos; más de un año, si contamos también los encuentros de la temporada pasada. Y en los enfrentamientos entre ambos conjuntos, también números poco esperanzadores para los de Miranda de Ebro.

No importaban las estadísticas. Los rojillos habían ido a ganar y con esa idea salieron al terreno de juego. Con la iniciativa en ataque de un equipo ofensivo como el C.D. Mirandés llegaron las primeras ocasiones. Guarrotxena tardó apenas dos minutos en encañonar, aunque desviado, un balón cerca de la frontal. A base de córners los rojillos metían atrás a su rival que, eso sí, a la contra se desenvolvía especialmente bien con la velocidad de Aarón Ñíguez y los desmarques de Amath a la espalda de la defensa. Desde la esquina Kijera estuvo a punto de meterla de gol olímpico, pero cuando los acercamientos caían más sobre la portería local que la visitante, llegó el mazazo. De nuevo una rápida transición por banda izquierda que acababa con el centro medido de los dos protagonistas del inicio de encuentro, Ñíguez y Amath; el primero se la ponía a placer a la cabeza del segundo que remachaba a la red. 1-0.

Como suele ser habitual, los rojillos no se iban a rendir tras ese gol sobrepasado el cusrto de hora de juego. Quedaba mucho y las acometidas vistantes no fenaron tras el tanto. Eguaras y Néstor lo intentaban raso, tocando y entre líneas, con buenos pases verticales a la espalda de la zaga. Sin destinatarios. Los de Álvarez de los Mozos ganaban terreno a su rival. Urko Vera se precipitaba a chutar desde dentro del área con la izquierda sin ver que, justo detrás, llegaba Néstor con la caña en mejor posición. Pero el 21 sí iba a tener su balón en el minuto 41. Rodeado de contrarios en el balcón del área, Néstor acertaba a encontrar, primero espacio para armar la pierna y, con un toque sutil, colarla pegadita al poste imposible para Dani Hernández. 1-1 y jugadores a vestuarios.

La segunda parte arrancaría con un tímido amago del C.D. Mirandés por lanzarse al ataque. Y es que los tinerfeños iban a ser capaces de presionar la salida de balón visitante y hacerse completamente con la posesión del balón desde el 50 hasta el final. Las ocasiones, una y otra vez, llegaban con internadas por ambas bandas que, sólidos en los despejes y atentos en las segundas jugadas para taponar, los defensas rojillos iban a conseguir desbaratar. Ni Suso, desesperado por sus disparos desviados; ni Cristo, que lo intentó con cabeza y pie sin fortuna; ni un Amath especialmente intenso en los desmarques y su movilidad arriba. El partido iba a morir con el 1-1 y un gran C.D. Mirandés que supo sufrir cuando le tocó sufrir para llevarse un trabajado y valioso punto del campo del C.D. Tenerife.