Retorno a Segunda Divison "B"
La temporada 2002/2003, la 76ª de la existencia del club, puede ser considerada como una de las mejores de su historia. Venía de ser sexto en la temporada anterior, pero desde el comienzo de la campaña el Mirandés se muestra muy superior a sus rivales, y logra un hecho histórico, al permanecer hasta la jornada 36 sin conocer la derrota, haciéndose acreedor de las alabanzas y admiración de toda la España futbolística, y logrando el "II Trofeo Invicto Don Balón". El equipo concluye la temporada como líder destacado y debe disputar la fase de ascenso.
Encuadrado en la liguilla de ascenso junto a Huesca, Tropezón y Lemona, las cosas no pueden comenzar peor para el equipo rojillo, cosechando sendas derrotas en los dos primeros partidos frente a Huesca (1-2) y Tropezón (3-1) . La victoria en el siguiente encuentro ante el equipo de Tanos (2-1) en partido disputado en plenos Sanjuanes, le permite seguir vivo. A partir de ahí la épica. El conjunto dirigido por Peio Bengoetxea vence sus dos siguientes en frentamientos , en Huesca y Lemona, por idéntico marcador, 1-2, con goles de Chusma , en Huesca, y Julen en Lemona en el último minuto de ambos encuentros. Destacó también sobremanera el masivo desplazamiento de aficionados mirandesistas a estos dos choques, acuñándose en estos momentos la denominación de "Marea Rojilla" que a partir de entonces ya sería la forma de denominar a la hinchada de Mirandés.
En el partido que cierra la fase de ascenso ante el Lemona sólo vale la victoria. El ambiente que vive Miranda de Ebro durante toda la jornada es espectacular y las calles se tiñen de rojo, todos los mirandeses sacan sus prendas rojas de los armarios y la expectación crece conforme llega la hora del encuentro. El Lemona se adelanta en el marcador al materializar una falta en la que el Mirandés pierde a Felipe, expulsado. Apenas era el minuto 20 de la primera parte. Al descanso se llega con 1-1, gracias a un penalty en tiempo de descuento transformado por Julen. La segunda mitad es un querer y no poder, hasta que en el minuto 94 Iván Agustín conecta un zapatazo desde fuera del área, que, tras tropezar en un defensa, entra en la meta del conjunto vasco. Es el delirio. La afición se lanza a la calle para festejar un éxito esperado y merecido , y que había llegado rodeado de épica.
El objetivo para la campaña 2003/2004 en Segunda B no es otro que mantener la categoría. Para ello el equipo de Anduva se refuerza con muchas caras nuevas, y con el técnico burgalés Félix A rnáiz Lucas, con dilatada experiencia en la categoría habiendo disputado dos fases de ascenso a Segunda A con el Burgos. La temporada se presenta dura, más aún teniendo en cuenta que el Mirandés es el segundo presupuesto más bajo del grupo II.
Pero de nuevo el Mirandés vuelve a dar la sorpresa agradable. Se sitúa desde el primer momento en los puestos altos e incluso muchas jornadas como líder, convirtiéndose en el auténtico equipo revelación de la categoría. Gallo se sitúa como pichichi, y con dos tercios de la temporada el equipo sigue en posiciones que dan acceso a la liguilla de ascenso a Segunda A. Una temporada en la que también destaca la actuación copera, donde a punto estuvo el Mirandés de eliminar a todo un primera división como el Real Zaragoza, todo ello vivido con un ambiente espectacular en un estadio de Anduva que se acostumbra a vivir llenos hasta la bandera.
Una cifra de socios cercana a los 2.800 sitúa a la "Marea Rojilla" como una afición admirada por los campos que pisa el Mirandés. El equipo acaba tercero en la fase regular y de este modo se clasifica para jugar la fase de ascenso a segunda división. El Mirandés debe jugarse el ascenso con el Pontevedra, Lorca y Badajoz, siendo el cuadro gallego el que finalmente logra el ascenso.
Para afrontar la nueva campaña se hace una gran remodelación en el equipo, con nuevo entrenador, José Ignacio Soler, y un buen número de fichajes: Txitxo, Rodrigo, Delgado, Solaun... con la intención de asentar al equipo en la categoría y seguir brindando alegrías a su afición.
Sin embargo las cosas no salen como se habían planeado, y tras una mala temporada, sólo aliviada por la magnífica participación del equipo en la Copa del Rey, donde se elimina a la Real Sociedad, y se cae ante el Betis, futuro campeón, el Mirandés se ve obligado a disputar la promoción para evitar el descenso de categoría. Y es en esa promoción, en el encuentro definitivo ante el Talavera donde el empate a uno en Anduva hace que, por el valor doble de los goles fuera de casa, el Mirandés retorna a tercera división.