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PRIMER EQUIPO

CRÓNICA | Resultado abultado fruto de la efectividad ovetense de cara a puerta (4-1)

Los rojillos fueron superiores en la primera mitad pero no consiguieron el gol y eso les penalizó en la reanudación

Era partido de intereses encontrados. Ambos conjuntos llegaban al Carlos Tartiere este fin de semana, en la jornada 38, con aspiraciones de playoff. Cierto es que los locales, el Real Oviedo, copaban precisamente el sexto puesto que cierra esas posiciones nobles de la tabla, pero como bien había declarado a lo largo de toda la semana los jugadores del C.D. Mirandés y el propio técnico, Carlos Terrazas, su intención no era otra que ponerse a dos de los ovetenses y, por consiguiente, del playoff.

El partido iba a ser abierto, de goles, o eso parecía marcar la previa en el tercer choque de ambos conjuntos en lo que va de campaña 2015/16 (Copa y Liga). Arrancaba el encuentro abierto y, con más fortuna que verdadero merecimiento, los de Generelo se adelantaban a los cuatro de juego con un disparo de Jon Erice desde la frontal y a la salida de un córner que se colaba en las mallas ante la poca visión de Raúl con muchos jugadores por delante suyo. Tocaba remar desde el principio, así que los rojillo se remangaron. Y vaya que si se remangaron. Los minutos inmediatos al tanto azulón fueron de incertidumbre en la escuadra de Carlos Terrazas, que parecía estar noqueada. Sin embargo, poco duraría el titubeo. La línea de mediocentros habitual comenzó a hacerse dueña de la pelota, algo primordial en este equipo si quiere crear peligro. El balón circulaba por las botas de Néstor Salinas que dividía a una y otra banda con criterio y maestría. En este caso Sangalli iba a ser el quebradero de cabeza de la defensa carbayona, percutiendo una y otra vez por la derecha y cambiando constantemente sus decisiones: centros largos, al primer palo, rasos e incluso disparos a puerta. Eguaras también iba a tener protagonismo con varios disparos desde la frontal, con ese golpeo seco al que nos tiene acostumbrados. Uno de ellos acabó en el larguero en el minuto 17. Fue la acción más clara de la primera mitad junto a otra de Néstor Salinas que Miño acertó a despejar con un manotazo sobre la propia línea de gol. Por su parte el Oviedo, se quedó con un casi remate de Linares a un centro desde la derecha que se paseo por el área chica.

Efectivamente merecieron mínimo el empate los visitantes. Y es que, de haberlo conseguido, mucho hubiese cambiado la segunda mitad que, pese a arrancar del lado rojillo, pronto tornó y el campo se inclinó hacia la portería visitante. En prácticamente la primera llegada de los asturianos, Toché se encontraba con un balón para empujar en el segundo palo tras una buena acción individual de Susaeta por banda derecha. 2-0, minuto 51. El gol machacó las aspiraciones de los de Carlos Terrazas que sentían un jarro de agua fría conscientes de que el partido que habían cosechado hasta esos instantes no era ni mucho menos para ir dos abajo en el marcador. Apenas cinco minutos después, Borja Valle hacía sangre ante la incredulidad rojilla con el tercero para los suyos.

Como suele ser habitual, el conjunto de Miranda de Ebro jamás le perdió la cara al encuentro y siguió intentándolo una y otra vez, con ratos de posesión larga para llevar la pelota con criterio a tres cuartos de campo rival. Sin embargo, el cuarto cayó de nuevo de manos del Real Oviedo, esta vez Susaeta tras transformar una pena máxima por mano de Galán dentro del área. Sangalli, que había estado rondando el gol todo el encuentro iba a hacer el único para los suyos ya en el descuento, tras golpear con el interior y a la red un centro desde la izquierda.