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PRIMER EQUIPO

Derrota en los instantes finales del encuentro en el Iberostar Estadi (2-0)

El gol de Lekic en el 81 dio al traste con el trabajo del C.D. Mirandés que estaba cuajando un partido serio.

El primer encuentro para los rojillos tras la vuelta de las vacaciones de Navidad se saldó con una cruel derrota en la parte final del choque. Un partido parejo en la primera mitad, que acabó sin goles, dio paso a la sentencia de un R.C.D. Mallorca que eligió la vía de la posesión para dominar a su rival en los segundos 45 minutos y acabó culminando dos de sus ocasiones.

Un partido parejo entre dos rivales que se jugaban mucho. Esa era la lectura previa de un encuentro en el que R.C.D. Mallorca y C.D. Mirandés peleaban por eludir los puestos de descenso. Y así se reflejó sobre el césped. Los primeros 15 minutos fueron de claro dominio visitante. Los rojillos metían a su rival en su área con acometidas rápidas que acababan forzando a la defensa a despejar balones a córner. Desde la esquina probaron a hacer daño los de Claudio Barragán con la estrategia, pero un Cabrero veterano bajo palos se hizo dueño por el aire. Con el paso de los minutos los bermellones se sacudían una presión asfixiantes con las líneas mirandesas adelantadas, pero cuando llegaban a zona de tres cuartos la defensa se mostraba igualmente sólida despejando balones y cortando con criterio. El choque fue de más a menos para los intereses visitantes y la primera parte acabó con el peligro de los de la isla en el área de Roberto, que mostró de nuevo sus reflejos en dos claras intervenciones, primero a la salida de un córner y casi al filo del descanso aguantando en pie una internada de Lago Junior para tapar el pase.

El segundo acto arrancó como había terminado la primera mitad. El Mallorca controlaba el partido y en apenas un minuto tuvo dos ocasiones para adelantarse que terminaron por noquear al Mirandés. La salida de vestuarios fue exigente, pero los de Miranda de Ebro supieron aguantar las embestidas y sacudirse el constante peligro. Cumplidos los primeros quince de segunda mitad empezaron a jugar con mayor comodidad. Aquí llegó una de las mejores. Desde la esquina. Un centro colgado de Kijera llegó al punto de penalti donde se encontró con el salto de Fran Cruz que, si bien llegó a conectar el testarazo, no cogió la dirección deseada y se marchó junto al poste derecho. El partido estaba se abría conforme pasaban los minutos y los espacios eran cada vez más claros. Los rojillos creaban peligro a la contra; los mallorquines de nuevo mediante la posesión. Y al final la estrategia local venció sobre la visitante. A partir del minuto 70 los de Olaizola se hicieron dueños y señores del choque pero, aún con todo, el Mirandés aguantaba con su defensa bien ordenada. Hasta que un balón colgado por Saúl en el minuto 81, encontró la cabeza de un Lekic que ya había insistido antes y que ahora no falló. Al traste con todo el trabajo de los de Claudio Barragán que estaba cuajando un partido muy serio.

La sentencia llegó en el añadido y de nuevo de forma cruel, ya que segundos después de que Pedro Martín disparase al larguero en lo que hubiera significado el empate, Lago Junior culminaba a la contra el 2-0 definitivo.

Aforo: 7.707 espectadores