C.D. Mirandés 0-2 Real Racing Club

C.D. Mirandés 0-2 Real Racing Club

Las cosas no empezaron bien desde por la mañana. La ciudad de Miranda de Ebro aparecía inundada por las fuertes lluvias acontecidas durante toda la noche sobre la localidad burgalesa y, ya desde primera hora del día, con la incógnita en la cabeza de todos de si se disputaría o no el encuentro. Hubo que esperar hasta la tarde, más concretamente hasta las 18:30 horas aproximadamente, cuando los colegiados designados para el encuentros correspondiente a la 23ª jornada de Liga Adelante que enfrentaría al C.D. Mirandés y al Real Racing Club, conseguirían llegar al Estadio de Anduva y examinar el estado del terreno de juego y los accesos al recinto junto con los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Y poco antes de las 19:00 horas se tomó la decisión definitiva: se jugaría el partido. A partir de aquí las fuertes lluvias dieron paso a la nieve, una previsión que ya se había notificado desde el mediodía por los meteorólogos. Y es que, el césped de Anduva tardó poco más de media hora en cubrirse de blanco y hacer impracticable la circulación del balón raso. El árbitro pitó cuando eran las 20:00 horas en punto –horario estipulado desde un principio para el encuentro- y a partir de ahí rodó el esférico.

El primer susto para los locales no tardó en aparecer, ya que en apenas segundos después de que el colegiado ordenase el comienzo, los cántabros se plantaron en el área rival y obligaron al portero Imanol ha intervenir hasta en dos ocasiones para evitar lo que podría haber supuesto el 0-1. Desde este primer minuto se vio lo que sería el guión permanente durante los 90 minutos de juego. Un césped cubierto de nieve que hacía imposible que el balón corriese, por lo que ambos equipos recurrieron inevitablemente al juego directo con balones en largo a las espaldas de las defensas en busca del fallo o de la fortuna de que el balón se parase justo en el espacio idóneo. Así, todo el peligro que llegaría a áreas rivales sería fruto de balones parados o centros en busca de rematador. Y aquí tuvo la suya Urko Vera, en boca de gol tras un centro desde la derecha de Jordi Pablo que tocó con el interior Igor Martínez para el delantero vizcaíno al que se le marchó por muy poco el remate alto. Corría el minuto 12, y la réplica no tardó en llegar por parte de su homónimo en la delantera racinguista, Koné, que remató de cabeza tres minutos después un centro que se marchó por centímetros al lado del palo izquierdo defendido por Imanol. Una única más tendría el delantero costamarfileño en esta primera mitad, que no acertó a rematar y se resbaló cuando ya pisaba área para encarar al guardameta rojillo.

Después del paso por vestuarios la nieve dio cierta tregua, pero el césped seguiría completamente blanco tras 45 minutos en los que no pararon de caer copos. La tónica del encuentro sería exactamente la misma vista en el medio tiempo anterior y, el partido que se dejaba llevar para caer del lado del conjunto que aprovechase uno de tantos balones largos llovidos desde la defensa a campo contrario. Y entonces en el 62, el Racing aprovecharía un balón en las inmediaciones del área para colgarlo a la cabeza de Mariano que cedió a los pies de Koné quien con una media vuelta logró empalmar un disparo con pierna derecha que se coló inevitablemente en la portería rojilla. Tocaba remar contracorriente, pero las cosas esta noche parecían depender más del estado del terreno de juego que de las intenciones del C.D. Mirandés. Y aún con todo, de poco sirvió que Imanol lograse detener un penalti precisamente al goleador, Koné, señalado a Corral por agarrón dentro del área. Porque aunque sí fueron los mejores minutos locales tras esta gran intervención del guardameta, el mazazo final llegaría justo diez minutos después, en el 90, y con el partido agonizando. La mala fortuna hizo que un centro chut desde la izquierda de Iñaki acabase rozando con la puntera de la bota su compañero Mariano y se colase lentamente por debajo de las piernas de Imanol.

Con la victoria del Real Racing Club, el C.D. Mirandés acaba con una magnífica racha que arrastraba desde la jornada 5, allá por septiembre, cuando perdería por última vez –hasta la fecha- frente al Real Sporting de Gijón en el Estadio de Anduva ante su público.