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PRIMER EQUIPO

C.D. Mirandés 1-2 Real Oviedo

Injusta derrota la que se vivió en Anduva en esta decimoséptima jornada de Liga Adelante frente al Real Oviedo.

C.D. Mirandés 1-2 Real Oviedo

Enfrentamiento directo el que aguardaba Anduva entre dos conjuntos separados por un solo punto y un puesto en la clasificación de Liga Adelante. El Real Oviedo llegaba a Anduva 6º en la tabla tras su victoria en el Carlos Tartiere la anterior jornada, de la misma forma que llegaban los de Carlos Terrazas de vuelta a casa tras su meritorio triunfo en Huesca con un gol de Álex Ortiz en la recta final del encuentro. Un Álex Ortiz que volvería a las andadas hoy en Anduva.

Arrancaba un partido como no podía ser de otra manera con dos conjuntos de las características de asturianos y burgaleses: intensidad. Una palabra que define muy bien a ambos equipos y que culpa de ello tienen principalmente sus repectivos técnicos: Sergio Egea y Carlos Terrazas. Tras un arranque igualado los locales pronto comenzarían a hacerse dueños y señores del encuentro, prueba se ello eran esos saques de esquina que los mirandeses obligan a ceder siempre a su rival que no tiene cómo desquitarse de sus acometidas. La sala de máquinas montada por el tridente del medio campo Rúper, Eguaras y Kijeras funcionaba a las mil maravillas cuando se presionar arriba se trataba. Lo mismo cuando tocaba sacar el balón jugado para conectar con la media punta de controlada también por Néstor. El agobio superaba las posibilidades de juego de los asturianos que se hacían poco a poco más pequeñitos. Y la confirmación y jarro de agua fría llegaría en un córner en el minuto 21 al que, como suele ser habitual, Álex Ortiz entró como un obús arrasando con cualquiera que se encontrase a su paso para volar en el segundo palo e inaugurar el marcador para alegría de su hinchada. El tanto no relajaría a los suyos, sino más bien todo lo contrario. Cuando la presión parecía no poder ser más asfixiante, los locales continuaron mordiendo obligando a los azules a despejar a balonazos cualquier pelota por las inmediaciones de su área. Aunque pese al abuso, el electrónico no se movería más antes de que el colegiado indicase el camino a vestuarios.

 

La segunda parte arrancó tal y como había terminado la primera. El guion del partido no cambiaba, con un equipo local muy superior a su rival y con posibilidades de ampliar su diferencia. Pero la pelota se empeñaba en no entrar. Sangalli disparaba flojito a las manos de Esteban en el primer aviso de esta segunda mitad. Lago Junior parecía tener todas consigo para celebrar el segundo de los suyos en el 58, pero la defensa llegaba a tapar el disparo del delantero rojillo cuando la grada amagaba con levantarse ya de sus asientos. El Real Oviedo no tenía ni una sola ocasión, ni siquiera se acercaba al marco defendido por Raúl y Gaffoor era el tercero en intentarlo para los de Carlos Terrazas en un remate de cabeza que se marchaba desviado. Los minutos pasaban y el Mirandés iba a más en detrimento de su rival. Pero, es sabido que el fútbol como cualquier deporte no es una ciencia exacta, y en la primera aproximación azul del segundo tiempo, Toché remataba con más fortuna que belleza para instalar la igualada en el minuto 64. Inexplicable, pero cierto. Y quizás fuese esta incertidumbre  mirandesa de no saber qué se había hecho mal para ir empatados en el marcador, la que motivaría el verdadero mazazo para los intereses de Carlos Terrazas y los suyos que veían como Toché, esta vez con mucha intención, disparaba con violencia al fondo de la red para adelantar a los suyos. Entonces sí, Sergio Egea instaba a los suyos a mantener un nivel que en solo cuatro minutos y ante el asombro de todo Anduva, había conseguido dar la vuelta a un partido claramente volcado a favor de los locales. La insistencia del C.D. Mirandés fue innegociable e incesante hasta el mismísimo descuento del partido, pero la justicia no estaba del lado rojilla en esta ocasión y el árbitro pitaba tres veces para dar por concluido un encuentro que se perdía pese a la superioridad en el global del encuentro.