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PRIMER EQUIPO

CD Mirandés 1-1 R. Sporting de Gijón

El CD Mirandés lograba un valioso punto en la visita del Sporting de Gijón a Anduva, consiguiendo alcanzar así los 50 puntos en la tabla clasificatoria, tras un partido competido y de muchísima intensidad táctica y física. Los asturianos se adelantaban con el gol de Carmona en la primera mitad, pero los de Terrazas conseguían igualar el choque con un tanto de Malón en las postrimerías del encuentro. Impresionante aspecto de un Municipal de Anduva que volvió a ofrecer su mejor estampa.

 

El encuentro echó a andar con dos equipos que desde el primer minuto buscaron la ocupación espacial de campo rival, muy activos en labores de presión y recuperación, y que rápidamente dejaron claras sus credenciales para llevarse la victoria. El Mirandés inició el choque ordenado, riguroso en los movimientos, y volcado en ataque sobre la banda izquierda donde José Antonio Ríos llevó a cabo los primeros acercamientos con peligro. Con los locales llevando su presencia a campo asturiano, el Sporting mantuvo firme desde el inicio su baluarte en mediocampo, con una estrategia de fuerza y velocidad que favorecía los robos en transición, y facilitaban la salida rápida al espacio.

Alcanzado el primer cuarto de hora de partido, una veloz  llegada de Jony por banda izquierda iba a servir de prólogo para un buen centro, y mejor remate en plancha de Carmona que, entrando desde atrás al corazón del área rojilla, convertía el primero de la tarde batiendo a Bernardo. El Sporting, que no había sido mejor que su rival hasta el momento, atinaba a la primera en uno de sus escasos acercamientos claros. La reacción no se hizo esperar, y el Mirandés daba un paso adelante juntando sus líneas cerca del área de Cuellar, con Pablo y De Cerio en la búsqueda de espacios, y Garmendia como nexo activo con la retaguardia.

El equipo rojillo demostró control de balón, buena gestión en los movimientos, y calidad en una construcción escalonada del juego que permitía a los de Terrazas salir con precisión desde portería, obligando al rival a acumular efectivos en la misión de conquistar el uno contra uno en tres cuartos de campo. Los de Abelardo demostraron en esta primera mitad mucha fortaleza en balón dividido, capacidad defensiva en juego aéreo, y buena capacidad de repliegue intensivo para cerrar las acometidas de un Mirandés laborioso. El gol se resistía para los rojillos; De Cerio lo intentaba de media volea, y Ríos en una jugada personal de velocidad por banda izquierda que acabó en manos del meta visitante.

 

Los minutos finales de la primera mitad dejaron al conjunto local en posición superior a la de su rival, con constantes llegadas por ambos costados, y peligro en los envíos cruzados, como el que abortaba Cuellar de gran estirada tras centro de Ríos Reina. Con el pitido del colegiado acababa una primera mitad repartida en influencia y peso específico para dos equipos muy parejos.

 

La segunda mitad trajo la entrada en los locales de Asier Goiria, en lugar de Iván Agustín. Carlos Terrazas apostaba por un incremento del juego creativo en el enganche, sumando otro hombre de ataque y dejando a Garmendia como eje en mediocampo. Con el paso de los minutos, el Mirandés ganaba en confianza y calidad en la ejecución en carriles centrales, rompiendo el sistema defensivo de un Sporting obligado a recomponer líneas tras las rápidas combinaciones del equipo rojillo. Mucha movilidad en la recepción, arrastres constantes, y buen empleo de la amplitud del campo en movimientos dentro-fuera por parte del bloque de ataque.

El nuevo escenario favorecía la llegada de los rojillos a posiciones de remate. Díaz  De Cerio, primero de cabeza, y después de remate raso, probaba la eficacia de Cuellar bajo palos; y Pablo, de falta directa, buscaba el tanto en una de sus especialidades. El Sporting mantenía su nivel de presión y trabajo, dividiendo el esquema de juego con Scepovic arriba como única referencia, acompañado en los contragolpes por la calidad de Barrera en conducción, y la chispa de un Nacho Cases bien controlado por la zaga local.

Pese al control rojillo, el tanto no llegaba a cristalizar en el marcador, y Carlos Terrazas volvía a mover el banco dando entrada a Igor en lugar de De Cerio. Velocidad por banda derecha, con el consiguiente desplazamiento de Iriome a zona central para acompañar a Pablo en labores de ruptura, y con Ríos como elemento de apertura de campo hacia la izquierda. El retoque traería consigo mejores incorporaciones y más peligro en la llegada; con ello, alcanzada la media hora de juego, Iriome lograba zafarse de sus perseguidores en potente carrera por el carril diestro, sirviendo un balón crítico a Pablo para el remate, que atajaría Cuellar en buena salida evitando el gol.

El CD Mirandés asumía el protagonismo y la iniciativa en el juego, arriesgando con la creación de espacios entre líneas, pero con presencia creciente en posiciones de remate y llegadas laterales. Con amplia ocupación de campo rojiblanco, el Sporting sólo gozaría de una ocasión clara de gol, en la cabeza de Menéndez, a centro de Mendy tras gran recorrido y centro preciso de éste último, para un gol casi cantado.

 

Con el encuentro alcanzando su final, el Mirandés logró sobre la bocina hacer justicia a su mejor y más completo partido con un gol del empate que reventó un Municipal de Anduva ansioso de cantar un tanto para los suyos. Último saque de esquina del choque, gran servicio de Ríos Reina, y remate inapelable de Iván Malón, en un testarazo cruzado para conseguir la definitiva igualada y el punto para los de casa. Un final de infarto con premio para el equipo que más ambicionó alcanzar una meta que vale su peso en oro.