D. Alavés 1-3 C.D. Mirandés

D. Alavés 1-3 C.D. Mirandés

Probablemente una de las mejores primeras partes del Club Deportivo Mirandés en esta temporada 2014/15. Mejor en ocasiones, mejor en dominio de la pelota, mejor en las combinaciones y mejor también en los goles. Arrancó con un ritmo estrepitoso el derbi en Mendizorroza con ambos conjuntos obsesionados con ser los primeros en marcar, con un juego directo que se focalizaba en aberturas a banda por parte de los dos equipos. Y así, claro, las ocasiones no tardaron en llegar. Serían los vitorianos los primeros en golpear y dar el susto a los visitantes con una gran jugada de Toribio por banda derecha que dribló perfecto para dejar tirados incluso a dos contricantes y sacar un centro que no encontró rematador claro en el punto del área de la portería defendida por Razak. El marcador entonces a penas contabilizaba cinco minutos de juego sobre el césped, pero tampoco dejaría correrlo mucho más Igor Martínez para establecer el primero de la tarde para los suyos y materializar así el gran arranque de un C.D. Mirandés volcado en ataque. En esta ocasión fue una jugada por dentro, una buena combinación que logró romper las líneas defensivas blanquiazules hasta llegar al borde del área, donde el media punta rojillo no se lo pensó demasiado para enviar su zapatazo al lado izquierdo de la portería de Manu Fernández que hizo imposible la estirada.

Con el marcador a su favor, los visitantes bien podrían haber acusado la relajación por verse tan temprano por encima. Nada más lejos de la realidad. El partido continúo idéntico, con un C.D. Mirandés volcado en ataque y manteniendo la solidez defensiva, unas líneas muy juntas que se desplegaban de manera ordenada a la hora de hacer la transición en ataque. Rúper, Carnicer e Igor Martínez eran dueños y señores de un  medio campo en el que cada balón suelto volvía a los dominio del equipo visitante, que volvía a distribuir con criterio. Y en estas, no tardaría en aparecer el goleador por excelencia de los rojillos, el killer del área: Urko Vera. Esta vez sí, fue por banda izquierda, con un gran centro raso de Álex García que vio cómo su compañero Urko Vera se quedaba solo tras un inoportuno resbalón que lejos de impedir el remate, lo hizo aún más espectacular si cabe con una especie de tijera que impulsó el balón al fondo de las mallas para establecer el 0-2 a los 20 de juego. Aún tuvieron más los mirandeses que se volcaron en busca del tercero para abrir entonces sí un abismo en el marcador, pero finalmente el electrónico no se movería más en esos primero 45 minutos.

La segunda mitad arrancó muy diferente. El Deportivo Alavés, ante su público, se veía en la obligación de levantar un marcador que se le había puesto muy adverso desde el principio y de mejorar una dinámica de juego en la que no había tenido el protagonismo de la pelota. Pareció verlo así su técnico Alberto López puesto que sus chicos se hicieron pronto dueños de la posesión del balón y a partir de ahí comenzaron a trenzar sus jugadas de ataque. Paradójicamente, el C.D. Mirandés parecía haber perdido el ritmo que había impuesto durante toda la primera parte y se encontraba ahora con un rival que parecía haber dado con la tecla para, al menos, crear peligro en el área rival. La tuvo Julio, también Barreiro con un gol anulado por fuera de juego y después en otra en la que el árbitro pitó falta sobre el portero, Razak, cuando este ya tenía el esférico en sus manos. Los rojillos estaban juntos atrás y defendían bien con la posibilidad de montar alguna jugada de peligro a la contra como la que tuvo Igor Martínez –uno de los mejores hoy- que se marchó por encima del larguero. Sin embargo, en ninguna acertó el Deportivo Alavés hasta los últimos suspiros del partido. Barreiro tuvo tres en apenas cinco minutos y, como se suele decir, a la tercera fue la vencida. Poco antes su disparo se había encontrado con el palo derecho, pero finalmente el delantero blaquiazul controló perfecto un pase peinado dentro del área y cruzó con pierna derecha haciendo imposible el intento de Razak. Rugía Mendizorroza que se ilusionaba con la remontada de su equipo o con la idea, al menos, de conseguir el empate. Pero tan solo un minuto después, en el 89, Barahona sentenciaría la contienda a favor de los rojillos en un contraataque perfecto llevado a cabo por Urko Vera y Pedro quien cedería finalmente a placer a Barahona para colocar el 1-3 definitivo en Vitoria.

Con esta victoria, el Club Deportivo Mirandés se coloca con 28 puntos en la tabla de clasificación a falta de dos jornadas para finalizar la primera vuelta del campeonato, y prorroga ya a ocho los partidos sin conocer la derrota.