Misión imposible en Cádiz (1-0)
El partido estuvo marcado por la expulsión en el minuto uno de Iker Córdoba; al CD Mirandés le anularon el gol del empate.
Fue imposible. Con diez durante los más de prácticamente 100 minutos que duró el encuentro. Sin cambios. Y frente a un Cádiz CF llamado al ascenso una temporada más. Con gol anulado al CD Mirandés incluido.
Valió el tanto de Álvaro García Pascual en el minuto 20. Cierto es que antes el Cádiz CF había tenido otros cuantos acercamientos para hacer gol. También después. El CD Mirandés estaba noqueado en un primer partido con todos los condicionantes que supone para una plantilla aún por confeccionar que, eso sí, se defendía para vender cara su piel. Lo hizo. Se llegó al descanso con el 1-0.
Los jabatos salieron con otro plan de partido. Paso por vestuarios, nuevas indicaciones y a jugar. Siendo protagonistas. En los primeros compases del segundo acto el CD Mirandés tuvo la posesión más larga hasta el momento. El equipo había salido a mandar. Y por momentos lo hacía, aun con un hombre menos.
El Cádiz siempre amenazaba con sus puñales por banda: De la Rosa y Ontiveros. Los jabatos aguantaban. Barea empezó a controlar el medio campo con personalidad. También Marino. Petit y Aarón Martín empezaban a aparecer más para descargar balones y aguantar la posesión. También Varela, que acabó reventado por su equipo. Este equipo tiene alma.
Y fue ese alma, esa confianza y ese pundonor el que les hizo lograr el empate. Un empate que duró apenas medio segundo. Gol anulado por el salto de Pica con el portero del Cádiz CF. Gol anulado a Barea, que empujó ese balón muerto en el área tras el salto de ambos jugadores.
Hoy no fue suficiente. Quedan muchas batallas. A por la siguiente, Mirandés.