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PRIMER EQUIPO

Anduva mete la directa (2-1)

El C.D.Mirandés se impuso al F.C. Cartagena en su estadio y ya suma seis partidos consecutivos invicto.

En Anduva todo es más fácil. El C.D. Mirandés se alzó con la victoria en su estadio ante el F.C. Cartagena y encadena su segunda victoria consecutiva en casa y suma seis encuentros consecutivos invicto entre Liga y Copa del Rey.

El frio de la noche del lunes lo compensaron los rojillos con una necesaria victoria que resarció a la grada y permite acercarse a la zona de permanencia, que queda ahora a tan solo un punto.

El balón se convirtió en el tesoro más cotizado por ambos conjuntos. Lo sabían los de Joseba Etxeberría, que habían incidido en ello durante toda la semana. Así los jabatos arrancaron el duelo con la misión de presionar alto y robar rápido para ahogar los planes visitantes. El C.D. Mirandés ganaba esa batalla por el esférico en el tramo inicial.

La balanza se fue equilibrando durante esos primeros 45 minutos en los que no hubo ocasiones claras aunque si llegadas que alertaban de que la noche no iba a ser aburrida. Y no lo fue. Tras la reanudación el partido condensó múltiples sensaciones.

Primero con la acción que encarrilaría el choque. Un pisotón sobre el pie de apoyo de Salinas en área visitante que, tras revisión del V.A.R., acababa convirtiéndose en penalti. Roberto López dejaba helado Anduva con una paradiña que silenció durante una décima de segundo a toda la grada, pero que resolvió con gol y una explosión de júbilo. Era el primero en el minuto 57.

El gol no parecía valer al cuadro jabato, que insistió en el acoso y en la búsqueda del segundo. El premio llegaría en una acción embarullada que cazaba Barbu dentro del área para mandar a la red con un remate de interior ajustado al palo derecho de la portería de Aaron. Corría el minuto 70.

La ventaja ponía un punto mayor de tranquilidad, pero no era definitivo. Bien lo sabían los rojillos, acostumbrados a sufrir duros golpes en el tramo final de pasados encuentros. Quedaba un mundo, y más con los siete minutos de añadido que obligaban a alargar el esfuerzo.

De hecho un gol en el descuento apretaba el choque y llenaba de tensión el desenlace. Un final que con sufrimiento acababa llegando para dar a los rojillos un nuevo triunfo que coloca a los de Joseba Etxeberría con 16 puntos a sólo uno de la salvación. Hay que seguir.