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ACTUALIDAD

Anduva también gana en 2019

Los rojillos remontaron el 0-1 inicial con goles de Claudio, Álvaro Rey y Yanis y controlaron en todo momento el encuentro.

Vuelta a Anduva y vuelta a la victoria. Quinta consecutiva en casa. En una casa invicta. Anduva: infranqueable. Mal se pusieron las cosas tras el tanto inicial de Uranga en el 19. Dio igual. En un arreon de los que ya empiezan a ser habituales, Claudio hizo el primero y sólo dos minutos después Álvaro Rey -de penalti- remontaba antes de irse a vestuarios. Después Yanis, apenas arrancar la segunda mitad, puso el definitivo. Porque sí, a este C.D. Mirandés no hay quien le gane en Anduva.

El encuentro arrancó, como suele ser habitual, con dominio local. Posesión rojilla y verticalidad. Sin embargo, el Arenas Club de Getxo era quien se adelantaba en una jugada sin aparente peligro. Centro lateral desde media distancia por la izquierda y Uranga ponía la cabeza para impulsar el balón al palo largo. Demasiado lejos para el alcance de Limones. Tocaba remar. Y este CD Mirandés ha demostrado que, cuando hay que ponerse el mono de trabajo, también es capaz de ponérselo. Lo cierto es que tampoco necesitaba cambiar su estilo. Estaba cómodo sobre el campo y el Arenas apenas llegaba a su área, pero ahora le restaban verticalidad. El rival, por delante en el marcador, adelantaba líneas para presionar la salida rojilla y, durante un cuarto de hora consiguió ahogarla. Pero lo que en un principio surtió efecto, también dejó más espacios atrás que poder aprovechar. Lo hizo Kijera, en una jugada por banda izquierda para poner un centro al segundo palo a la cabeza del de siempre. El killer del área. El pichichi. Claudio. Cabezazo y a la escuadra. Gol. No había tiempo para sobresaltos. Apenas dos minutos después, en el 42, Álvaro Bravo caía en el área tras una gran jugada combinativa. Penalti claro. La responsabilidad para su tocayo: Álvaro Rey. ¿Nervios? A la red engañando al meta. Tres minutos de ritmo vertiginoso para dar la vuelta al marcador. 

Tocaba mantener la idea y, por supuesto, ejecutarla. El Arenas había aguantado 40 minutos de partido, pero cuando el CD Mirandés pisó el acelerador, le costó seguir la estela. Y de vestuarios los rojillos salieron con la quinta marcha puesta. Velocidad de crucero y el tercero. Jugada de ataque en la que el rechace llegó a los pies de Yanis que se la acomodó a la derecha y la puso en el rincón. 3-1. 

Restaban aún cuarenta minutos de encuentro pero, lo cierto es que el CD Mirandés dejaba con el paso de los minutos una sensación de equipo campeón. Capaz de cambiar el ritmo de jueg9 a su antojo. Capaz de acelerar arriba para matar a su rival o jugar el balón con criterio para mantener la ventaja. Sea como fuera, los rojillos jamás vieron peligrar el marcador y tuvieron ocasiones para ampliarlo, sobre todo con el Arenas ya volcado. Al final el marcador no se movió y los rojillos volvieron de las Navidades con las mismas buenas sensaciones con las que se fueron para cerrar una primera vuelta de 39 puntos. Sobresaliente.