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Derrota por la mínima en el primer partido del año (2-1)

Los rojillos sucumbieron en Las Gaunas en un partido condicionado por el temporal de nieve que puso en grandes dificultades la práctica del fútbol.

No fue el estreno de año esperado. Ni mucho menos. No lo fue para el C.D.Mirandés, ni tampoco para un césped renovado que amanecía con una inesperada nevada, encharcado y difícil para la práctica del fútbol.

Pero no valían escusas en Las Gaunas. Había que adaptarse, como tantas veces lo habían hecho los rojillos anteriormente. Físico, trabajo y acierto en cada decisión. Las premisas eran muy claras para tratar de imponerse en la pelea ante un rival directo: la U.D. Logroñés.

Los de José Alberto así lo entendieron y en el primer minuto de juego dispusieron de la primera oportunidad con un balón que Iván Martín estrellaba en el palo. Era la declaración de intenciones de un equipo que salía desde el inicio a por la victoria.

El dominio rojillo duró mucho más. De hecho lo hizo durante, prácticamente, los primeros 45 minutos de juego. El balón estaba permanentemente en área local, pero faltaba acertar.

Y a la que perdonaban los rojillos, llegaron los locales pero transformar la primera que les vino con un centro lateral que Paulino remachaba ajustado a la red. Era el minuto 16.

El gol no condicionó al C.D.Mirandés, que insistía en el juego directo, imposibilitado por un terreno de juego que no permitía el característico juego de elaboración de los rojillos. Así y a balón parado llegarían los remates de Sergio Moreno, Genaro o Víctor Gómez entre otros. Hasta que al filo del descanso Víctor Meseguer aprovechaba una sucesión de remates para empujar el suyo con sutileza a la red. Era el empate.

Ya en la segunda mitad, el cansancio unido a un césped que no permitía mover con velocidad el balón, el partido empezó convertirse en una disputa en la que el error premiaba más que la virtud.

Un sucesión de balones largos, juego interrumpido y acciones que no podía materializarse coparon la práctica de los 45 minutos restantes.

En el 62 Ander Vitoria cazaba un balón colgado desde la derecha para poner la puntilla a un encuentro en el que el acierto en las áreas decidió los puntos.