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PRIMER EQUIPO

Derrota por la mínima en Lezama (2-1)

El primer gol local abrió un partido que acabó con una última ocasión embarullada en el área en la que pudieron empatar los rojillos.

Partido de 45 minutos prácticamente en Lezama. Y es que las ocasiones del encuentro no llegaron hasta arrancada la segunda mitad, fruto quizás del primer gol rojiblanco nada más reanudarse el encuentro. El tanto de Unai Bilbao abrió un encuentro que se pondría muy de cara para los locales con el segundo tanto en el minuto 78. Pese a todo, el gol de Cervero en el 88 dio vida a unos rojillos que pudieron empatar la contienda en la última jugada del choque.

Ritmo lento y sin ocasiones reales en ninguna de las dos áreas en el arranque del encuentro en Lezama. C.D. Mirandés y Bilbao Athletic se tanteaban mientras corrían los primeros minutos en el feudo rojiblanco. Más por juego directo y desplazamientos largos que por juego de combinación, comenzaron a aparecer los primeros acercamientos de los locales al área de Limones, con un Larrazabal especialmente activo en este primer acto. Por banda derecha, el atacante rojiblanco percutía una y otra vez buscando línea de fondo para colgar balones o trazando diagonales interiores en busca de posición de disparo. En el bando rojillo, su homónimo en banda Igor Martínez se asociaba con Borja Sánchez entre líneas para lograr forzar los primeros saques de esquina del conjunto de Pablo Alfaro. Sin disparos entre palos cumplida la media hora de juego, el propio Larrazabal -sin duda el mejor de los suyos en estos 45 minutos- voleaba al lateral de la red en el 32 de partido un centro colgado al segundo palo. Con un disparo al poste izquierdo del mismo protagonista murió la primera mitad.

Todo lo que no se vio en este primer acto tardó poco en aparecer en el segundo. A los cinco minutos de la reanudación, los rojiblancos golpeaban primero con un tanto de Unai Bilbao en estrategia, tras un saque desde la esquina. El capitán del Bilbao Athletic llegaba sin oposición -aprovechando la pantalla de sus compañeros- y de interior orientaba el disparo al fondo de las mallas. Se abría el partido. La entrada de Jaime -por un Igor Martínez que notó un contratiempo muscular- por la derecha dio aire a los de Alfaro que comenzaron a tener verdaderas ocasiones de peligro. El recién ingresado al terreno de juego pudo empatar la contienda en el 67 tras un centro raso de Kijera que pilló a contrapie a toda la defensa rojiblanca y que el asturiano empotró con la maraña de piernas que había en el área. Antes, cierto es, Limones había evitado el segundo del Bilbao Athletic en un mano a mano con Benito con una parada magistral. Jaime seguía provocando peligro por su banda asociándose con Pito Camacho, que busca el gol. Estaba más ceca el empate que la sentencia local y, sin embargo, en una contra rápida en la transición, Íñigo Vicente recibía el balón en el segundo palo y, sin oposición, la ponía lejos del alcance de Limones. Todo parecía acabar en este minuto 78.

Nada más lejos de la realidad. El Mirandés iba a morir matando. Ya con Diego Cervero y Pito Camacho en punta de ataque, los rojillos seguían con cabeza alta buscando un gol que -pese al poco tiempo que reflejaba el marcado- les metiese en el encuentro. Y lo encontraron. Costó lo suyo porque Unai Simón se negó una y otra vez a ver perforada la portería, pero después del cabezazo a bocajarro de Cervero que acertó a despejar, el rechace le cayó de nuevo al pichichi rojillo que lo empujó con todo. El premio llegaba quizás un poco tarde, pero con el descuento casi cumplido, una jugada embarullada en el área pudo significar el empate. Un centro colgado más iba a acabar con la salida en falso del meta rojiblanco que chocó con Israel Puerto dejando un balón sin dueño que Pito Camacho golpeó a portería, pero de nuevo la acumulación de hombres en el área hizo que ese disparo se estrellase en la muralla de piernas. El despeje final fue la señal para que el árbitro hiciese sonar tres veces su silbato: final.