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PRIMER EQUIPO

Empate en un encuentro de fútbol directo (1-1)

Urbieta dejó jugar poco al C.D. Mirandés de esta temporada y los rojillos, eso sí, igualaron la intensidad en la segunda mitad para empatar el encuentro.

Mala primera mitad. Buena reacción en la segunda. Al final, empate. Una parte para cada equipo. Justo. Y Urbieta ya en el olvido. Era un encuentro difícil del que nadie se fiaba. Ninguno de los favoritos había ganado allí. Quizás el poco fútbol que puede desplegarse en ese campo sea una de las razones. También el estilo del rival. Su intensidad en casa. Su conocimiento del terreno y de los espacios. Al C.D. Mirandés le costó acostumbrarse a ello. Lo hizo. En la segunda mitad. Eso propició el empate. Y casi algo más.

Incómodos. Muy incómodos. Así se sintieron los rojillos durante toda la primera mitad. Nada de juego. Solo bajonazos. Esa fue la tónica general. Ese el “fútbol” propuesto hoy, el único que podía verse. Y así, este C.D. Mirandés no es el mismo. Aun con todo, Matheus pudo engatillar para fusilar al meta rival en el minuto 8. Volea al aire. También Hugo Rama pudo firmar un gol de bella factura desde un libre directo. Su especialidad. Rozando el poste. Álvaro Bravo intentaba jugar por abajo. También Galder. Imposible. Pues balones directos. Y así, quién más daño hacía era el rival. Siempre las mismas jugadas. Descarga de pecho de Etxabe, balón de cara y a portería. Hasta dos y tres ocasiones mandaron al limbo a escasos metros de Limones. Pero en el 43, el propio Etxabe, no perdonó. Ganador en el mano a mano y gol. 1-0 sin tiempo para más. A vestuarios.

Tocaba reaccionar. Tocaba igualar. No solo en el marcador. Antes en intensidad. En los duelos individuales. En la batalla propuesta hoy en Gernika. El partido pedía esto. Y esto dieron los de Borja Jiménez. Salió un Mirandés mucho más fuerte. Un Mirandés dispuesto a demostrar que sabe jugar el balón, pero también pelearlo. Las caídas ya no tenían el mismo dueño. Y en línea de tres cuartos, los rojillos avisaban de verdad. Álvaro Rey, en el 47, le adivinó la intención el portero local y atajó. Claudio en el 55, encuentra remate saltando más que su par pero el cabezazo se va por encima del larguero. Y dos minutos después se acabaron los avisos. Peligro. Gol. Hugo Rama recibe poco más adelantado del pico del aréa. Muy escorado. Casi sin ángulo. Disparo fuerte. Seco. Cruzado. Gol. Gol. Gol. 

El premio que necesitaban. La recompensa para espolear más a un equipo que seguía creyendo en los tres puntos. Dominador el C.D. Mirandés tras la igualada. Posesión y control también del juego directo. Duro en los envites. Sutil en sus ataques. Llegaban con más claridad, pero las ocasiones no se concretaban. La de Álvaro Rey, en el 73, quizás fue la más clara, con un disparo duro tras salir del recorte hacia dentro. De nuevo el portero local. El partido se volvió bronco. El Gernika proponía frenarlo con faltas. Muchas tarjetas. Muchas pérdidas de tiempo. Y ya sólo restaban cinco minutos. En el tramo final del partido, Odei y Matheus pudieron erigirse como héroes. Ambos pudieron empujar un balón suelto tras la segunda jugada del libre directo. Pero también los locales tuvieron la suya en la última del partido. Al final ni una ni otra. El empate dictó sentencia y reparto de puntos en Urbieta.