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PRIMER EQUIPO

Tres puntos de oro para ver más cerca que nunca el liderato (0-1)

Los rojillos vencieron en la batalla de Les Caleyes y consiguen su tercera victoria consecutiva para dar un puñetazo sobre la mesa en este final de liga.

Imagen: fútbolasturiano.es

Tocaba ponerse a la altura del resto de equipos en lo que a partidos disputados se refiere con el encuentro intersemanal frente al C.D. Lealtad. Y los rojillos lo hicieron, además, con el botín más preciado: tres puntos. Victoria sufrida, trabajada y valiosa. Muy valiosa. Tanto como para ponerse a un solo punto del líder. Ahora, seis jornadas por delante para no dejar de pisar el acelerador.

El encuentro arrancó según el guion previsto: un conjunto local, el CD Lealtad, replegado y esperando atrás; y un C.D. Mirandés vertical y ambicioso, consciente de la necesidad de marcar cuanto antes para que el partido no acabase inclinándose para los intereses de los asturianos, a los que les beneficiaba ese partido largo para que las prisas acabasen penalizando a su rival. Lo cierto es que, cada uno con sus armas, los 20 primeros minutos de partido fueron los más entretenidos para el espectador por lo que a aproximaciones se refiere. Los visitantes trataban de combinar y trenzar jugada. Borja Sánchez tuvo la oportunidad de abrir el marcador en el 9 de partido en una carrera con el último central al que logró dejar atrás en velocidad, pero su disparo se marchó por encima del larguero. Por su parte, el CD Lealtad se encomendaba a su referencia arriba: Chema Moreno, un buque en punta de lanza que bajaba los balones largos, los centros y todo o que caía por allí. Tuvo la suya en el 18, pero ahí estuvo Kijera para sacar su remate a la media vuelta en la misma línea de gol. Y segundos después, el C.D. Mirandés tuvo la suya desde la esquina, con un centro desde la esquina que a punto estuvo de convertirse en gol olímpico.

El arranque de partido con alternativas en ambas áreas dio paso a a unos minutos sin control del balón por parte de ninguno de los dos conjuntos. El viento y el agua intensa que caía sobre Les Caleyes dificultaban aún más el juego combinativo y cualquier intento por rasear el cuero o buscar el pase al espacio se perdía por fuera del rectángulo de juego. Solo la acción de Pito Camacho, en el 27, con un disparo de rosca con toda la intención de llegar al palo largo, se contabilizó como ocasión de peligro antes de que el colegiado decretase el tiempo de descanso.

El paso por vestuarios no cambio demasiado lo visto en la primera mitad. Y es que el estado de terreno de juego, cada vez más pesado por el paso de los minutos y la incesante agua, hacía difícil poder proponer algo más. La reanudación estuvo monopolizada por una intensa pelea en medio campo. Caídas, disputas, segundas jugadas…que dieron paso al carrusel de cartulinas amarillas. El partido se convertía en una auténtica batalla física en la que el C.D. Mirandés -tal y como nos tiene acostumbrados- siempre tiene mucho que decir. En las áreas, mientras Limones se empleaba a fondo ante la tocadita con la puntera de la bota de Chema Moreno, Undabarrena reventaba el esférico desde la frontal para provocar un nuevo córner. Todo esto en tan solo 10 minutos tras el ratito de descanso.

Ante la imposibilidad de jugar demasiado el balón, los centros laterales y los saques de esquina estaban dando mucha vida al Mirandés y, a su vez, mucho miedo al Lealtad. Israel Puerto, en el 62, iba a firmar el preludio del tanto rojillo. Un centro desde la izquierda al que ya le dibujaba el remate con un movimiento seco de cuello, pero Galiano se la quitaba de la misma cabeza. Córner, que no hacía sino retrasar el premio visitante. Centro de Borja desde el córner medido a la cabeza de David Prieto, que picaba perfecto al rincón. Gol.