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Punto y algo más en El Alcoraz (1-1)

Los rojillos, de más a menos en la primera mitad, supieron igualar el tanto local en la segunda y tuvieron ocasiones para firmar la remontada.

Punto bueno, pero pudo ser más. Primer empate del curso a domicilio. Primera unidad ganada fuera de casa. Pero, lo cierto, es que este CD Mirandés bien pudo llevarse mayor botín de El Alcoraz. El larguero lo impidió con el 90 ya cumplido tras remontar Carlos Martín desde el punto de penalti el tanto inicial de Javi Martínez.

De más a menos en la primera mitad. Y es que la primera media hora de juego los jabatos lograron hundir las líneas de una SD Huesca que se dedicó a defender en su campo. Las ocasiones, solo rojillas y la batuta, con nombre propio: Álvaro Sanz. La acción más clara fue para Godoy. Después de bailar con Pulido en el segundo palo, caer y levantarse, acertó a rematar el envío de Juan María desde la esquina y le faltó muy poco para dirigir ese cabezazo a portería.  

Cumplido el minuto 30, los locales parecieron despertar. Luis López tuvo que despejar de puños el trallazo desde la izquierda, un disparo que previamente también había taponado Pablo Ramón. Sin demasiada profundidad, la SD Huesca probaba desde fuera del área. El balón parado, una de las mayores amenazas de los oscenses estuvo totalmente controlado en este primer acto que acabó sin goles.

En la segunda parte cambiaron las tornas. Quizás por jugar desde bien pronto con el marcador a favor. Y es que Javi Martínez no esperó mucho para poner el tanto en el casillero de los suyos con un centro-chut desde la derecha que se envenenó hasta acabar en el fondo de la red. Minuto 54.

Destellos de Gabri Martínez por la izquierda mantenían viva la amenaza de un CD Mirandés que no renunciaba a nada. Cambios desde el banquillo por parte de Lisci, que oxigenaba el ataque con Durdov, un quebradro de cabeza para la defensa local que no conseguía fijarle.

También la entrada de Rubén Sánchez volcaría el juego en esa banda derecha con cosntantes centros que buscaban siempre al espigado delantero croata. Y en uno de esos balones, penalti claro por agarrón de Pulido que veía la segunda amarilla y se marchaba expulsado. Transformaba Carlos Martín. 1-1. Pero el CD Mirandés quería más.

Y mereció más. Sobre todo por ese larguero de Gabri Martínez que resonó en todo El Alcoraz con el reglamentario ya cumplido y el descuento consumiéndose. Pero mereció más por convencimiento y empuje. Al final, no llegó, pero los jabatos se llevaron un punto más que trabajado de su visita a Huesca.