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PRIMER EQUIPO

El Racing se lleva demasiado premio de Anduva (0-1)

Los cántabros consiguen el pase a la siguiente ronda de Copa del Rey con un solitario gol de Quique Rivero; los de Jiménez merecieron, mínimo, el empate.

Partido típico de Copa, decidido por un pequeño detalle que, en esta ocasión, cayó del lado racinguistas. Los visitantes se llevaron demasiado premio de Anduva al conseguir el pase a la siguiente eliminatoria gracias a un solitario gol de Quique Rivero en el minuto 82, quizás cuando mejor estaban los locales. El C.D. Mirandés cuajó su mejor partido desde la llegada de Borja Jiménez al banquillo y dejó grandes sensaciones pese a la derrota.

Rojillos y verdiblancos de nuevo frente a frente sobre el verde de Anduva. El sábado fue la liga, hoy tocaba Copa. Pocas caras repetidas sobre el rectángulo de juego y el colegiado mandaba iniciar un choque a muerte súbita. El vencedor pasaría de ronda. Empezaron mejor los visitantes, con dominio del esférico y tirando su línea de presión alta, incomodando la salida de balón de los locales. Al C.D. Mirandés le costaba trenzar y el Real Racing Club se sentía cómodo. Eso sí, tampoco los verdiblancos hacían alarde de verticalidad y la posesión se limitaba a ser estéril. Apenas un disparo a puerta se contabilizó en la primera media hora de juego y que sirvió para que Guillermo hiciese alarde de sus reflejos el día de su debut tirándose como un felino abajo al primer palo. Racinguistas y mirandeses buscaban hacer daño por banda con centros lateral al área, pero ninguno encontraba fácil rematador. El encuentro se marchaba al descanso sin goles porque la chilena de Jon Irazabal a la salida de un córner fue anulada por fuera de juego.

Restaban ya solo 45 minutos y si alguien quería pasar de ronda tocaba arriesgar. Y eso hizo el C.D. Mirandés. Poco o nada tuvieron que ver los primeros compases del encuentro con los de este segundo acto. Los de Borja Jiménez dominaron a su rival de principio a fin con mucho criterio a la jora de jugar el balón. Hugo Rama ayudaba en la salida de balón a los centrales y en ataque, un expeditivo Álvaro Rey daba verticalidad a las acometidas. De lado a lado, el balón viajaba rápido lejos del alcance racinguista y, cuando no era por abajo, los centrales visitantes veían cómo el propio Álvaro Rey desde la línea de mediocentros o el punta en el día de hoy, Matheus, les ganaban la espalda con pases al hueco. En el minuto 59 Álvaro Rey estuvo a punto de pinchar un esférico que le hubiese dejado solo ante Iván Crespo, pero las ocasiones más claras tardarían algo más en aparecer.

Mismo protagonista, solo siete minutos después. Álvaro Rey iba a firmar la mejor ocasión del encuentro con un trallazo desde fuera del área que hizo resonar el poste en todo Anduva, con el consiguiente ‘uyy’ en las gradas. Fueron los mejores minutos rojillos, que agobiaban a su rival con constantes acometidas y sin dejarles pasar de medio campo. El Real Racing Club se difuminaba en ataque mientras el C.D. Mirandés hacía méritos para marcar, pero como suele pasar, cuando mejor estaba el equipo, la contra le mató. Quique Rivero recibió en las inmediaciones del área y pese a que su disparo -con un defensor encima- salió mordido, precisamente fue esto lo que envenenó ese balón en el minuto 82 que fue cogiendo altura hasta colarse por la escuadra de Guillermo, que nada pudo hacer.

Un C.D. Mirandés que se sabía mejor en el día de hoy no dejó de intentar un empate que, desde luego, hubiese sido mucho más justo. Álvaro Rey no se podía creer que su disparo desde dentro del área tras el pase atrás de Ernest se fuese por encima del larguero en el minuto 86. Y dos dos después, sería Ernest el que se diese de bruces con el gol en una fallida vaselina sutil por encima de Iván Crespo. El encuentro acabó con una retahíla de amonestaciones en el tiempo de descuento que acabó con la expulsión de Enzo. De juego, poco más se pudo ver con tanta interrupción.