Empate bajo la lluvia (0-0)

Sin goles, pero con ocasiones. Menos de las habituales, eso sí, para lo que acostumbra Anduva. Fue un encuentro más cerrado de lo normal. Sin esos típicos arreones rojillos. Ni al principio ni al final. Pero tampoco los protagonizó un Sporting que llegaba más necesitado y acabó llevándose el mismo botín. Empate.

Fue una parte para cada equipo. La primera para los asturianos, más adaptados al terreno -curiosamente- y con mayor capacidad para llegar arriba con ocasiones. Manu García era quien generaba todo para los rojiblancos en tres cuartos de campo. Y en ocasiones las acababa él mismo. Hizo estirarse a Limones para repeler un trallazo en el 23. También Aitor, por dos ocasiones en el 26 y en el 29; ambos disparos al limbo. Los rojillos tardaron más de media hora en optar por un juego más directo. Menos efectivo siempre para los de Iraola, pero inevitable hoy. Y a partir de ahí crecieron. Íñigo Vicente tuvo la mejor de los suyos en el 43 tras un pase atrás ya en área de Marcos André. Se marchó pegadita al poste derecho.

Tras el paso por vestuarios, el Mirandés apretó. Ya tenían más claras las ideas en un terreno de juego que hoy no favorecía para jugar entre líneas ni sacar la pelota jugada con los centrales. Juego directo. Pelea. Disputas. Y choques, muchos choques. Matheus, que salió de banquillo, mejoró mucho al equipo con balones divididos ganados que originaban contras rapidísimas. No consiguió concretar ninguna Marcos André, que percutía permanentemente por izquierda. El Sporting se hizo pequeño en esta segunda mitad y apenas contabilizó un disparo de Pedro Díaz que sacó Limones de la misma izquierda. En cualquier caso, fueron de más a menos, todo lo contrario que los rojillos. Si hubo un equipo que pudo llevarse el gato al agua al final fue el C.D. Mirandés, precisamente en las botas de Marcos André de nuevo en el minuto 86. Fue la mejor y la última. El árbitro hizo sonar su silbato y se confirmó el reparto de puntos.