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PRIMER EQUIPO

Este equipo bien merece unas semifinales de Copa del Rey (4-2)

El C.D. Mirandés consigue por segunda vez en su historia alcanzar las semifinales de Copa tras derrotar en Anduva al Villarreal.

Este equipo no tiene techo. No lo tiene, de verdad. Cree, compite y gana como los grandes, como lo que ya es este C.D. Mirandés en Copa del Rey, tras derrotar en Anduva al submarino amarillo por cuatro goles a dos, y convertirse en uno de los cuatro equipos semifinalistas del torneo del K.O.

Los rojillos volvieron a dar muestra de un fútbol comprometido, sacrificado y valiente para hacer historia y llevar al C.D. Mirandés, ocho años después, a la segunda semifinal copera de su historia.

Los de Andoni Iraola saltaron al campo con ganas de hacer historia, y la hicieron. Vaya si la hicieron. Con goles, con fútbol y con el apoyo de toda una afición, una ciudad entera, volcada y entregada con su equipo para llevarlo a una siguiente eliminatoria.

El gol de Matheus a los 17 minutos, otra vez Matheus, abría el marcador, anotando el que es ya su quinto gol en esta Copa del Rey, con recorte y definición de auténtico depredador del área, poniendo Anduva patas arriba una vez más.

El feudo rojillo está disfrutando de una temporada mágica con partidos que quedarán por siempre para el recuerdo. En Copa, Celta, Sevilla y ahora Villarreal han sucumbido a la presión de Anduva y a los goles de un equipo que nunca deja de creer por muchos obstáculos que se crucen en el camino.

Porque obstáculos hubo. Enfrente estaba un equipo de mucho nivel, con Cazorla, Gerard Moreno, Paco Alcacer, Anguissa o Chukwueze entre otros. Un rival de los que no perdona errores y que exigía el mejor nivel sobre el campo para poder dar la machada. Y así lo hicieron los rojillos, que, ante cada gol visitante, levantaban la cabeza y seguían peleando por su objetivo, las semifinales.

Al 1 a 1 de Ontiveros, aprovechando un lanzamiento de falta, respondía Merquelanz transformando un penalti justo antes de marchar a vestuarios. Y, tras el descanso, cuando Santi Cazorla volvía a igualar las cosas con otro penalti, aparecía Odei para recuperar la ventaja remachando un balón que caía en área pequeña tras el lanzamiento de falta.

Aún quedaba mucho tiempo por delante, mucho esfuerzo para poder llevar a Miranda de Ebro a las segundas semifinales coperas de su historia. Orden, concentración y sacrificio hasta el final, hasta que Antonio Sánchez puso el broche final a una noche de sueño con el cuarto y definitivo gol del partido.

La gesta continúa y ahora toca esperar rival para esa histórica semifinal que aguarda para quién sabe si seguir soñando.