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PRIMER EQUIPO

Justicia a medias (1-1)

El C.D. Mirandés consiguió un punto en el descuento, insuficiente porque lo cierto es que mereció ganar mucho antes.

No llega la justicia a la casa del pobre. Algo así es lo que se debe sentir en el seno del vestuario rojillo. Y con razón. Porque ya es el tercer partido –el de hoy- en el que se merece un triunfo que no llega. Y eso que esta vez el empate de los de Iraola llegó en el descuento. Un punto salvado, podrían pensar quienes no vieron el partido. Pero lo cierto es que el C.D. Mirandés mereció sumar de tres mucho antes a tenor de las ocasiones y la ambición. El C.D. Lugo, metió la única que tuvo. Desde el punto de penalti.

Ocasiones y más ocasiones. Con buen juego. Por banda o por dentro. Con un Marcos André omnipresente durante todo el primer tiempo. Antes de que el brasileño lo probase de cara a puerta, fueron Álvaro Peña y Malsa quienes dispararon hacia portería; el primer contra la defensa y el segundo blandito a las manos del meta Ander. Ya sí, en el 23, Marcos André firmó la mejor del primer tiempo con un recorte magistral en línea de fondo. Se acomoda a la derecha y repele con los pies el portero. El rechace quedó suelto, pero tampoco ahí apareció la fortuna de caer a la zona que ocupaban los de rojo. Antonio Sánchez estuvo a punto de llegar a un pase raso al área pequeña al que hubiese valido con empujar. El asedio era real. Constante. Todo el C.D. Lugo metido en su campo y, cuando lograban salir, también el C.D. Mirandés sabía aprovechar las contras para hacer daño. Podían haberse ido con uno o incluso con dos goles a favor, pero lo cierto es que el marcador no se movió en unos primeros 45 minutos brillantes de nuevo en Anduva.

Tocaba afinar puntería en la segunda mitad. Lo tenía todo de cara el equipo local con un rival que apenas se había acercado a las inmediaciones de Limones. Disparos lejanos de Cristian Herrera y Álex López al margen, el C.D. Lugo no existió en la primera mitad. Y seguía sin hacerlo en el arranque de la segunda. Merquelanz avisaba en el 53 con un disparo dentro del área que se iba desviado. Tomaba el relevo Marcos André tres minutos después con un cañonazo que atrapaba en dos tiempos Ander. Corrían los minutos sin encontrar el gol pero cómodos en todo momento con el encuentro que estaban cuajando. El gol, visto lo visto, tenía que llegar. Y llegó. Pero en el área contraria. Con muy poco el Lugo se encontraba un penalti en el minuto 70. Y lo aprovechaba. Marcaba Manu Barreiro y la injusticia volvía a apoderarse de Anduva. Pero los de Iraola seguían creyendo.

Se rearmaron. Con Matheus y Guridi ya en el campo, el equipo seguía empujando, ahora en busca del empate. El C.D. Lugo, con el botín entre las manos, se parapetaba atrás. Era difícil que así llegasen las ocasiones y, pese al empuje, la hinchada rojilla tuvo que esperar hasta el tiempo de descuento para, al menos, rescatar un punto. El autor: Matheus, con un control magistral de un centro medido desde la izquierda. Del pecho al interior de su pierna izquierda y, a bote pronto, medido, balón a la red. Se consiguió el punto al final, sí, pero los rojillos merecieron desde el minuto 1 al 90 los tres.