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PRIMER EQUIPO

Ocasiones sin premio en Anduva para un C.D. Mirandés que tuvo que conformarse con el empate (0-0)

El C.D. Mirandés mereció mucho más, sobre todo a tenor de una segunda mitad plagada de ocasiones sin premio.

Los rojillos llegaban a Anduva con la intención de sumar su tercera victoria consecutiva en su feudo, todo un fortín en las últimas semanas de cara a este final de liga. Sin embargo, y a tenor de las múltiples ocasiones protagonizadas por los locales, ni uno ni otro equipo vio portería en el día de hoy y el electrónico no se movió en los 90 minutos de juego.

Arrancó la primera mitad con un ritmo de partido impuesto por los rojillos. El mister había hablado de los peligros de la S.D. Amorebieta y, precisamente, uno no iba a ser el llevar el peso del choque. De hecho, los foráneos hoy, se sienten cómodos replegados atrás y saliendo a la contra, un plan de partido muy utilizado esta temporada en Anduva frente a un equipo superior como el C.D. Mirandés y que se iba a repetir hoy. Lo sabían y, por eso, las alternativas en ataque no descuidaban una defensa formada hoy con la pareja de centrales Melli-David Prieto y acompañada en sus laterales por los habituales Paris y Kijera. El Mirandés intensificaba sus ataques por momentos. Diez intensos primeros minutos con una muy buena ocasión para Eloy Gila que no llegó por milímetros a empujar con la punta de su bota un pase al hueco de Borja Sánchez, dieron paso a unos sucesivos diez de ritmo pausado. Superados los veinte de encuentro, de nuevo otros diez de protagonismo rojillo en ataque. Borja Sánchez, en el 22, pudo inaugurar la cuenta de los suyos con una vaselina que no tuvo la suficiente potencia para traspasar la línea de gol antes de que llegase el defensa a despejar con el portero ya vendido; la jugada acabaría posteriormente con un remate de cabeza de Yanis que se marchó lamiendo el palo izquierdo. Y en el 27, sería Paris quien llevase el ‘uy’ a las gradas con una jugada personal por banda derecha en la que acabó ganando línea de fondo y su pase de la muerte consiguió despejar Aguirrezabala en la misma línea de gol; Yanis se quedó con la caña preparada. Los últimos quince de primera mitad estuvieron protagonizados por un carrusel de cartulinas amarillas por parte del colegiado cántabro y numerosos parones en los saques de banda y libres directos de la S.D. Amorebieta, que no hicieron sino perjudicar el juego que proponía el C.D. Mirandés.

Sin duda, los locales habían sido mejores en los 45 minutos iniciales frente a un rival que propuso muy poco en área contraria y al que apenas no se le contabilizaron ocasiones, pero el marcador seguía sin moverse y tocaba certificar esa superioridad. Y los de Alfaro se pusieron el mono de trabajo. Tanto que, la mejor ocasión del encuentro apenas tardó cinco minutos en producirse: centro raso por la derecha de Borja Sánchez para Cervero que, a bocajarro, no se podía creer que Zabal le negase el gol. No iban a cesar las acometidas. Y es que hasta el minuto 65 no dejaron de sucederse las oportunidades locales. En el 52, apenas tres minutos después de la de Cervero, iba a ser Eloy Gila quien llegase a posiciones de nueve para, en una jugada similar, encontrarse ahora con la muralla de piernas de los defensores, que taparon su disparo a escasos metros de la línea de gol. Recogió el testigo Undabarrena, siempre asomado a posiciones de disparo y que, a la caída de uno de los sucesivos córners botados hoy por el C.D. Mirandés, enganchó un zapatazo que se encontró de nuevo con Zabal, el guardameta vizcaíno.

Entró al campo Pito y, con su entrada, el ataque rojillo sumó un hombre más en punta de ataque para acompañar a Cervero. Apenas tardó el almeriense cinco minutos desde su entrada en acercarse al gol. Fue una doble ocasión en la que Cervero decidió servir a su compañero en lugar de buscar él mismo portería -de espaldas ya en el área- y Pito colgó un centro-chut que se paseó a menos de un metro por delante de la línea de gol. Diez minutos después, de nuevo Pito pudo marcar en una contra velozmente trenzada en la que ganó en carrera a su par pero su volea se marchó rozando el palo. Ni esa ni un cabezazo en el segundo palo a la salida del córner -minuto 88- le iba a valer al delantero par firmar un gol más que merecido. Los instantes finales el encuentro estuvo más tiempo parado que en juego, incluso durante los cuatro de añadido que decretó el colegiado cántabro, de los que apenas estuvo el balón en juego.

Incomprensiblemente el tanto se les iba a negar a los de Alfaro que, generaron incluso más que en otros encuentros pero faltó el acierto final para haber movido un electrónico que no pasó del 0-0 inicial.