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PRIMER EQUIPO

Punto de garra en La Rosaleda para continuar sumando (2-2)

Hasta dos veces igualó el choque un C.D. Mirandés que volvió a demostrar que puede tratar de tú a tú a sus rivales y que nunca se da por vencido.

Minutos de dominio desde el inicio para los locales. El Málaga arrancó mejor el partido haciéndose dueño del balón. Eso sí, el Mirandés no sufría gracias al orden defensivo de los de Iraola. Dos líneas de cuatro y Marcos André y Merquelanz presionando la salida. No dominaban, pero no sufrían. Con el paso de los minutos y cumplido ya el cuarto de hora en La Rosaleda, los rojillos comenzaron a sentirse cómodos sobre el césped. Fueron diez buenos minutos. Con balón. Aunque sin demasiado peligro más allá de un disparo de Merquelanz desde el balcón del área, lo cierto es que fueron superiores durante ese tramo con un Málaga entonces desaparecido en ataque. 

Casi con el minuto 30 en el electrónico, el guion volvió a cambiar. Relevo para los locales, que volvían a hacerse dueños. Ahora con efectividad. Hacía daño Hicham en su tándem con Cifuentes por la derecha, ganando línea de fondo y poniendo balones atrás en los que la defensa y Limones estuvieron atentos para taponar. Sin embargo, ese mismo afán de taponar un disparo de Adrián hizo que el colegiado señalase penalti por planchazo de Carlos Julio. El propio Adrián transformó desde los 11 metros en el 34. Llegó el descanso.

Salieron enchufados. ¿Objetivo? El empate. Y llegó. Con un primer aviso, en el 47 en un disparo blandito de Marcos André dentro del área. Creía el delantero. Y vaya si creyó en la jugada del gol. Recibió el meta Munir y, tras un mal control, intentó el regate que no se comió él punta brasileño. Tocó simplemente el balón para el robo y directo a portería. GOL. Minuto 54.

Cambió completamente de guion. Otro más. Un Mirandés espoleado por el tanto creía el levantar el choque. Y no quería esperar demasiado. Marcos André en el 57, disparo fuera. Combinaban bien los rojillos. Robaban alto y a correr. Y ahí con imparables. Pero cuando mejor estaban llegó el tanto de Sadiku. En el 65. Centro desde la derecha de Hicham-el mejor de los suyos hoy- y Sadiku la empalma con una precisión de cirujano al primer toque. 

Vuelta a remar. Y este equipo de eso sabe mucho. De nuevo con el marcador en contra y las fuerzas justas después de una semana con 120 minutos de Copa el jueves, ahí estaba el Mirandés para volver a igualar la contienda. Balón para Álvaro Rey en la derecha, percute por el pico del área, amago por dentro te salgo por fuera y... penalti. Merquelanz, con una tranquilidad soberbia la coloca a guardar en la cepa del poste. Imposible para Munir. Minuto 79.

De aquí al final hubo alternativas para ambos, pero quizás más para los rojillos. De nuevo impulsados por el tanto del empate no daban por bueno el punto. Admirable. Lejos de echarse atrás la tuvo Mario Barco en el 83, pero no consiguió concretar disparo. Más claro fue el cuatro para uno tras robo de Álvaro Peña en el que Merquelanz no encontró ni pase ni remate claro. Al limbo. Y el propio Merquelanz, ya en el descuento, pudo terminar de aguar la fiesta malagueña con una volea en el balcón del área que se marchó justita justita pegadita al poste. Al final repartido de puntos y otra jornada más sin perder para el C.D. Mirandés.