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PRIMER EQUIPO

Punto valioso en Vallecas (2-2)

Los rojillos se estrenan en LaLiga SmartBank con un empate a domicilio frente a un Rayo Vallecano recién descendido de Primera División.

Oro en Vallecas. Aunque bien pudo saber a poco, porque el C.D. Mirandés tuvo los tres puntos en su mano en la última acción del partido. También pudo esfumarse la unidad minutos antes. En cualquier caso, los de abandono Iraola se fueron de Vallecas con un punto valiosísimos en un campo recién descendido de Primera División y que, a buen seguro, no concederá demasiadas oportunidades este año. En el estreno, los rojillos la aprovecharon.

Empezó el partido con buenas sensaciones, sobre todo con balón. Mejor se pusieron las cosas con la tempranera expulsión de Martín apenas arrancado el choque. Con un hombre más, los de Iraola controlaban la posesión y lo hacían con criterio. Y llegó el premio. Balón a la espalda de la defensa para la carrera de Matheus que ve con el rabillo del ojo a Álvaro Rey a su derecha, Alberto vendido bajo palos. Solo empujar. Y a la red. Gol. Minuto 11. Gol en Vallecas. 

Poco duró la alegría en la casa visitante. Embarba, por dos veces, tumbaba la balanza hacia el bando local. Dos penaltis por dos manos, la primera de Carlos Julio, amarilla; y la segunda de Sergio, también con cartulina. Minuto 25 y marcador en contra. Antes del descanso, doble amarilla para Carlos Julio. Volvían a igualarse los efectivos. Diez para diez y 45 minutos por delante.

Paradójicamente, con el juego ya reanudado, el C.D. Mirandés volvió a ser mejor con la igualdad numérica. Quince minutos de calma y, superada la hora de partido, Dos zarpazos: Piovaccari para los de la franja, repelía Limones; e Iroko para los rojillos, de cabeza alto. Morían los minutos hasta que Andrés se sacó su AS de la manga. Zapatazo desde la media luna imparable. Trallazo descomunal. Y otra vez tablas. Veinte minutos por delante.

Todo quedaba para el final. Para el final final. Y es que fueron unos minutos de descuento de escándalo. Ambos equipos pudieron volver a desnivelar la balanza. Bebé con sus cañonazos a portería. Ernest en la última jugada del encuentro que no acertó a elegir bien el pase a Guridi o Mario Barco. Al final, un punto para cada equipo.