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PRIMER EQUIPO

Triunfo de categoría en La Romareda (1-2)

El Mirandés completó una primera parte para enmarcar y culminó en la segunda un triunfo de categoría.

Un Mirandés de categoría. Eso es lo que vieron hoy los más de 20.000 fieles de La Romareda. Y una victoria, no la de los suyos, sino la de un conjunto rojillo que se plantó en el feudo maño sin tapujos. Sin miedos. Sin especulaciones. Al descanso –por justicia- el 0-1 era más bien corto. Muy corto. Al final del choque, el 1-2 también pareció escaso para lo visto sobre el tapete aragonés. Pero lo importante fue el segundo triunfo consecutivo de los de Andoni Iraola. Y primera victoria a domicilio.

Fue un asedio constante. El arranque del C.D. Mirandés fue, de hecho, de sobresaliente. Seguro en defensa y torbellino en ataque. Valiente. Vertical. Preciso. Incisivo. Y únicamente impreciso. Sí. Impreciso porque antes del primer gol de Marcos André, Guridi pudo adelantar a los suyos en el minuto 3. Su disparo quedó blandito. Después el propio delantero brasileño disparó al muñeco –un muñeco de superior categoría como es Cristian Álvarez- hasta en dos ocasiones. La tercera, eso sí, no la perdonó. Minuto 22. Fue el primero del Mirandés. Una contra de libro. Salida en tromba por dentro. Descarga al extremo. Merquelanz la pone rasa y de primeras con el interior Marcos André la manda a guardar. 0-1. Y empieza a sonar fuerte La Romareda. Lejos de conformarse, los de Andoni Iraola seguían con su guion dominador. Y Marcos André al larguero. Hizo retumbar la madera con la testa. Era la justa recompensa a una primera mitad de nivel en un campo repleto y de otra categoría.

Ni rastro del Real Zaragoza. Hasta la reanudación. Era lógico que tenían que aparecer los blancos jugando en casa y disputándose el poder acabar la jornada en puestos de ascenso directo. Pero también aquí supieron competir los rojillos. Bien plantados atrás, sin conceder demasiado y sin sustos para la portería de Limones. Arriesgaba en ataque el Zaragoza y se creaban más espacios a su espalda. Era cuestión de acertar una. Y se acertó. De nuevo una buena conducción por izquierda de Merquelanz, rompiendo líneas y sirviendo en carrera a Guridi. Este apura el último toque para servir en paralelo a Álvaro Peña con la línea central de la defensa ya vendida. Antonio Sánchez y Álvaro Peña en el balcón del área, al final es este último quien controla y la coloca pegadita al poste imposible para Cristian Álvarez. 0-2, minuto 61.

Reaccionaba entonces el Real Zaragoza, ahora con más prisas. Luis Suárez estrellaba su disparo en el poste un minuto después del tanto rojillo. Y en el 74, Soro –de cabeza- hacía bueno el servicio de Guti desde la derecha. Con más cabeza que acierto y, desde luego, sin merecimiento después de lo vivido en el cómputo global del encuentro, los locales empujaban para el empate. Un empate que nunca llegó y que certificó un partido de categoría de un C.D. Mirandés que demuestra que va a más con el devenir de la temporada.