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PRIMER EQUIPO

Victoria por acoso y derribo (1-0)

El Mirandés cuajó un partido de superior categoría y el resultado final fue muy escaso a tenor del dominio visto en Anduva.

Triunfo por la mínima, indica el resultado. Pero lo cierto es que fue un triunfo a la máxima. Máximo de ocasiones. Máximo dominio. Máximo de fútbol. Todo, menos goles. Pudieron ser dos, tres...¡en la primera parte! Y los mismos en la segunda. Pero fue uno. El de Guridi en el 75 -su estreno con la camiseta del C.D. Mirandés-. Después la U.P. Langreo tampoco fue capaz de proponer nada para el empate. El partido era y fue siempre de color rojo.

Arranque prometedor desde la salida de vestuarios. El C.D. Mirandés no perdía tiempo en tanteos y, mientras su rival esperaba atrás, ellos aceptaban el reto. Tirar la muralla defensiva. Cinco defensas, una alineación inédita en la U.P. Langreo esta temporada. A por ella. Rodrigo y Matheus, las puntas de lanza hoy, avisaban en el inicio. Dos disparos blanditos, pero entre palos. Más. Álvaro Rey y Paris se relevaban en esa banda derecha para o bien ganar línea de fondo (el lateral) o poner centros desde tres cuartos, con rosca y al corazón del área. Llevaron peligro, pero nunca encontraron rematador certero. Más. Rodrigo y Matheus. De nuevo. En el 19 y en el 20. Torre bien posicionado atajaba. Más. Mano a mano de Álvaro Rey y el meta asturiano. También para el guardameta que se quedaba el disparo de exterior del sevillano entre las piernas. Sí, más. Matheus regateaba en el 36 a Torre con un auto pase y, cuando ya no había que preocuparse por el portero, aparecía la defensa. Despeje sobre la misma línea. Y más. En el 39. Matheus, por enésima vez, contra la defensa. Hasta seis disparos en el área llegó a contabilizar el delantero. Todos contra las piernas contrarias. No iba a ser en esta primera mitad. 0-0, increíble. A vestuarios.

Tocaba volver a intentarlo. ¿Más? Mismo guion que en el anterior acto. Balón para los locales y la U.P. Langreo cerradita atrás. Bien cerrada. Cierto es que Limones tuvo que intervenir con una gran parada abajo al cabezazo de Alain nada más reanudarse el encuentro. Un oasis en medio del desierto. El desierto de un Mirandés arrollador. En ocasiones. En posesión. En fútbol. En todo. Y seguía sin entrar el balón. Rodrigo, en plancha con el pie y a bocajarro, pudo estrenarse con su nueva camiseta. De nuevo Torre. Esta vez con más fortuna que habilidad. El balón le golpeó literalmente a él. El caso es que tampoco fue esta. Pues a por más. Minuto 64. Matheus, Guridi -debutaba en liga- y Kijera. Los tres dispararon desde dentro del área en la misma jugada. Los tres se encontraron con el cuerpo, la pierna o la cabeza de un rival. Tampoco. Más. Guridi en el 69. Le trabaron justo cuando encañonaba una vez había percutido casi hasta el área pequeña y su medio disparo final se quedó en córner. Más. Más. Más. Más madera: Claudio al campo. Y no fue precisamente el pichichi quien desatascó un partido que jamás nadie hubiese creído que pudiese escaparse, pero sí uno de los cambios de Borja Jiménez. El debutante: Guridi. Se acomodó Hugo Rama flotando por el balcón del área para el disparo. De derechas. Trallazo y de nuevo el portero Torre. Pero esta vez el despeje suelto lo cazó con la cabeza Guridi para empujar a la red. ¡Por fin!. Gol, gol, gol. Aún con el marcador ya a favor se pudo hacer alguno más porque, ni aún por debajo en el encuentro, la U.P. Langreo era capaz de trenzar cuatro pases seguidos. El Mirandés fue una apisonadora. En todo menos en la fortuna de los goles, eso sí. Pero lo que se vio es un auténtico partidazo de un equipo que sigue demostrando que aspira a todo