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PRIMER EQUIPO

Girona F.C. 2-0 C.D. Mirandés

Los rojillos se volcaron por empatar el partido, pero el segundo puso tierra de por medio

Ritmo frenético con el que arrancaba el encuentro en Montilivi, no se esperaba menos con dos escuadras de identidad indudablemente ofensiva. Los de Pablo Machín con ese característico esquema que ya arrastran de la temporada pasada y que le dio tan buenos resultados como para estar a un gol de subir a Primer División. Los de Carlos Terrazas, con la defensa habitual de tres, en esta ocasión formada por Kijera por izquierda, Ortiz y Carlos Moreno. Las ocasiones, por tanto, no tardarían en llegar.

Segundos le costaba a Lekic, titular hoy en la punta de ataque gerundense en detrimento del sancionado Mata, cargar el primer disparo de la tarde. Raúl, bien colocado como siempre, atajaba abajo con rodilla en el suelo. Un minuto después, con aficionados aún sin ocupar su localidad en el Estadio Montilivi, Ion Vélez daba la réplica en área contraria con una volea que se marchaba muy cerquita del palo izquierdo. El arranque no podía ser más atractivo para el espectador, que no podía quitar la vista ni un segundo del devenir de los acontecimientos si no quería perderse las ocasiones. Después de las dos primeras, iba a llegar el turno de Borja García, que asomado siempre al balcón del área, conseguía sacar el disparo para probar por segunda ocasión a un Rául atentísimo que tiraba de reflejos para sacar el cuero a bocajarro e inmediatamente después le daba las gracias a su compañero Ortiz que taparía con la cabeza en segunda instancia en la misma jugada. Turno para los rojillos. Sangalli se mostraba cómodo con espacios por la derecha y colgaba un balón con rosca que acertaba a despejar la zaga catalana. De nuevo cambio de campo. Lekic volvía a aparecer en el partido para peinar un esférico que se perdía llorando por línea de fondo, muy muy cerca del palo derecho. Y todo esto con tan solo diez minutos disputados sobre el verde de la ciudad de Girona.

El ritmo del encuentro bajó. Lógico. Pero aún hubo margen para más “uys” en la grada. Sin ir más lejos, el que tuvo Ortiz en el segundo palo tras un centro desde la esquina colgado por Kijera. No llegó el central de milagro en esas jugadas a balón parado que tanto le gustan. Tras una tregua pactada, de poco más de 20 minutos eso sí, Lekic volvía cogía el caballo de artillería para protagonizar la mejor de los suyos en esta primera mitad. Un remate a escaso metro de Raúl que el portero repelió magistralmente salvando un partido más a los suyos. Descanso. Nueva tregua momentánea.

Tras la reanudación, los locales salieron en tromba, como es lógico en su campo. Y sin tiempo para especulaciones, Kiko Olivas marcaba para inaugurar el electrónico en un disparo franco en el segundo palo tras un saque de esquina en el que los rojillos perdieron la marca de su rival y el balón acabó llegando al central del Girona F.C. Lejos de achicarse y desconcertarse tras el tanto recibido, Provencio un minuto después del gol, en el 48, se sacaba un tremendo disparo desde la frontal que Becerra sacaba como podía a córner. Los rojillos se lanzaban al ataque para empatar cuanto antes. No querían quedarse sin tiempo y, por supuesto, no renunciaban a los tres puntos. Fue la mejor fase del partido para los de Carlos Terrazas, que por fin dominaban el esférico y lo jugaban con ritmo y criterio. Dani Provencio llevaba el peso de los suyos adelantado a la mediapunta y llegaba más allá del punto de penalti para rematar de cabeza un centro de Sangalli. Fue la más clara del C.D. Mirandés. Un remate a pocos metros de la línea de gol que Becerra se encontró y despejó como pudo. Un balón que, de haber entrado, bien podía haber cambiado por completo el devenir del encuentro en el minuto 53.

El Girona F.C. no reaccionaba más allá de alguna contra que pillaban con un rival volcado. Pero el premio no llegaba para los rojillos y minaba la moral por lograr el empate cuanto antes. Y en este marco llegaría el segundo de los locales, obra de Cristian Herrera, que pondría ya tierra de por medio. De nuevo la fortuna de un disparó que rebotó en Álex Ortiz para despistar a Raúl  y colarse en la red se cebaba con los visitantes.

A partir de aquí hubo alguna ocasión más, la más destacada de nuevo de Provencio, que remataba alto desde dentro del área y sin oposición un servicio raso de Sangalli. No se pudo acortar distancia y el choque no dio para más.