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PRIMER EQUIPO

C.D. Mirandés 2-1 U.D. Las Palmas

Intensidad, buen juego y victoria. Los canarios caen un año más en Anduva ante unos rojillos imparables en su empeño de lograr los tres puntos.

C.D. Mirandés 2-1 U.D. Las Palmas

Una tarde cualquier, de un día cualquiera. Podría haber sido solo eso, pero no. Tocaba tarde (mitad tarde, mitad noche) de buen fútbol en Anduva. De gargantas acompasadas y gritos al unísono. Tocaba ganar a la Unión Deportiva Las Palmas y cosechar tres puntos que suponen poco menos que oro a estas alturas de temporada. Y ya son 43.

Arrancó el partido con un ritmo frenético, por parte de ambos conjuntos. La pelota se movía con criterio cuando tenía que hacerlo, de banda a banda en combinaciones largas buscando el hueco. Y se desplazaba en largo cuando la jugada lo requería. La intensidad era máxima, algo que caracteriza estos partidos de final de temporada cuando la necesidad está a la orden del día para casi todos los equipos. Quizás para todos hablando de la Liga Adelante. Y eso fue lo que demostraron sobre el verde el C.D. Mirandés y la U.D. Las Palmas. La tuvo Igor Martínez en primera instancia, pero no pudo llegar a un remate que finalmente se marchó a córner, precisamente desde donde llegaron las mejores ocasiones rojillas. También tuvo la suya Ortuño antes de que se cumpliese el primer cuarto de hora de juego, pero disparó alto. Y cuando parecía que el ritmo frenético había dado paso a una calma relativa llegó la alegría para la hinchada local. Una galopada espectacular de Pedro Martín por la banda izquierda dejó atrás a su par con una zancada imposible de seguir, para adentrarse por el pico del área después y driblar a otro defensa mientras apuraba línea de fondo encontrando sitio donde no parecía poder haberlo y concluir con un disparo de interior a colocar al palo largo de Casto. Un auténtico golazo que ponía a los de Carlos Terrazas por delante tan solo con 17 minutos de partido disputados. Lejos de conformarse con la ventaja, los rojillos volvían a la carga como si el marcador no se hubiese movido, pero los ataques de los canarios –cada vez más peligrosos- les hicieron retroceder un poco para conservar el gol que les había puesto momentáneamente por delante. La tuvo Araujo, con un disparo que Razak supo contestar. Pero quien mayor peligro llevó a la portería del guardameta rojillo fue Ortuño, en constante movimiento por delante de la defensa y encontrando sitio para rematar desde el corazón del área. Pero todas sin fortuna, con lo que se llegó al descanso con el 1-0 protagonizado por Pedro.

La salida de vestuarios fue poco menos que una copia de la primera mitad. Ambos equipos enchufados y volcados en ataque en busca de la meta contraria, con el hándicap negativo que suponía para los visitantes remontar en estos segundos 45 minutos el primer zarpazo que habían recibido de su rival. Y entonces sí encontraron la puntería que les había faltado durante la primera mitad. Fue Araujo, quien tras aprovechar un baló muerto en el área que llegó hasta allí fruto de los rechaces a la salida de un córner, acertó a rematar a la "remanguillé" ante la oposición del capitán Caneda para que la pelota acabase entrando llorando por la línea de gol. Después de 50 minutos disputados volvían a estar las cosas tal y como habían comenzado, con un marcador igualado y con dos equipos inconformistas en busca de los tres puntos. Pasaban los minutos y el C.D. Mirandés mejoraba por momentos. Buenas combinaciones por dentro que acaban descargando en banda para crear situaciones de uno contra uno o superioridad, desbordando por fuera para trazar después la diagonal en el eslalon de Álex García, Igor Martínes y Pedro. La entrada de Juanjo dio mayor profundidad por el centro, dando pie al juego entrelíneas que más le había costado al conjunto de Carlos Terrazas. Y la alegría no se hizo esperar. Marcaba el minuto 69 cuando Igor Martínez se disponía a botar un córner desde la izquierda, que quedó muy corto al primer palo aunque perfecto para que Caneda tocase de tacón para despistar a la zaga rival que, no acertó precisamente en el despeje dejando el balón franco para Juanjo casi en el área pequeña, quien disparó de volea en semifallo para encontrarse de nuevo con las piernas rivales cayendo que lo llevaron en una nueva carambola a la espuela de Pedro Martín para hacer su segundo particular y también en la cuenta de su equipo. Otra vez se ponían por delante los rojillos, otra vez –y ya son tres las visitas- ponían contra las cuerdas a la U.D. Las Palmas en Anduva y otra vez se encomendaban al empuje y garra para luchar y aguantar el marcador a su favor. A partir de aquí las ocasiones se sucedieron, pero las más claras estuvieron en las botas de los jugadores rojillos, que perdonaron la sentencia aunque finalmente no les hizo falta.

El pitido final del colegiado se mezcló con el canto a capela del himno desde la grada. El grito de júbilo de los jugadores con el de sus aficionados. Y los tres puntos se quedaron en casa para sumar 43 en el casillero y seguir al pie del cañón una semana más en la Liga Adelante.