CD Mirandés 2-1 UD Las Palmas
El CD Mirandés logró un importantísimo triunfo en su choque frente a la UD Las Palmas, y observa con garantías el crecimiento hacia los puestos cabeceros de la clasificación. En un partido competido hasta el final, y ante un rival de quilates, los goles de Garmendia y Pablo Infante fueron suficiente distancia para ganar, y contrarrestar así el tanto de Momo por parte canaria. Los de Terrazas se asoman con decisión al play off de ascenso.
El partido enfrentaba a dos equipos en franco crecimiento, aunque separado por varios puestos en la tabla clasificatoria. Mientras que la UD Las Palmas buscaba una victoria para rozar el ascenso directo, el Mirandés buscaba escapar definitivamente de zona templada para afrontar retos mayores. El comienzo dejaba ver a un equipo amarillo más posicional, empeñado en controlar desde la combinación rápida en mediocampo. Enfrente, el cuadro rojillo apostaba por el trabajo en el achique y la velocidad tras robo, fruto de la fórmula llegaba la primera ocasión de Pablo, a pase de Iriome, que Barbosa salvaba rápido. La búsqueda de espacios a la espalda de la adelantada defensa visitante iba a producir sus frutos cuando, cumplido el primer cuarto de hora, un balón cruzado sobre De Cerio permitía al punta dejar con calidad el balón para la entrada de Garmendia, que fusilaba y lograba el primero de la tarde.
El gol premiaba el mejor desempeño de los locales, bien posicionados en plano defensivo, con líneas altas para ahogar la salida y recibir cerca del área tras recuperación. Pero no iba a ser la UD Las Palmas mera comparsa, ni mucho menos, en este duelo. El equipo de Sergio Lobera exhibía calidad en la combinación con una propuesta arriesgada, de mucha amplitud sobre el verde y que, antes de la media hora de juego, iba a cristalizar en el empate. Gran acción de Aranda sobre César Caneda, y pase para la llegada en carrera de Momo, que batía de potente disparo al debutante Bernardo.
La igualada traía equilibrio al marcador y reflejaba un intercambio parejo de golpes con un rival más incisivo tras el gol. Aranda ejercía de referencia arriba, bien apoyado por Masoud, en labores de caída a banda y desborde, y con Apoño como hombre más creativo en el enganche. La contundencia y orden del Mirandés en zona de creación dificultaba las conexiones talentosas del contrario, así, la presión ejercida obligaba a retrasar metros a los puntas amarillos, bajando el grado de efectividad. La primera parte iba a concluir con dos acciones de peligro local, la primera, en una cabalgada de mérito de Infante, zafándose de todo contrario que salía al paso, que lograba abortar Barbosa atento en salida. La segunda, con polémica incluida, en un derribo del meta canario a Díaz de Cerio, que el colegiado dejó sin señalizar.
La segunda mitad trajo una deriva en el encuentro hacia versiones más directas de las jugadas, con mucha presencia de balón dividido en la ruptura de combinación, y posesiones cortas para ambos conjuntos. Con mayor ritmo del visto en el primer acto, el Mirandés demostraba un crecimiento en el ritmo de transiciones, moviendo con velocidad el balón, y dando amplitud a su juego posicional.
Pablo intentaba el tanto con un lanzamiento de falta cruzado que la defensa sacaba bajo palos, y el Mirandés volvía a buscar la iniciativa con más ahínco que el rival. Frente a la seguridad de ritmo de los locales, la UD Las Palmas buscó acercar la capacidad generadora a posiciones críticas, pasando a Masoud a realizar labores de mediapunta, con Apoño como iniciador de jugadas, para dar consistencia a la salida desde atrás.
Un equilibrio logrado entre un juego cada vez más físico y disputado, que pronto iba a romperse de nuevo. Pablo Infante, uno de los hombres más activos del plantel rojillo, iba a recibir en el corazón del área grande, y tras romper por velocidad a su par, lanzaba un zurdazo imposible para Barbosa que besaba el fondo de las mallas. Con el tanto logrado, el Mirandés comenzó a administrar su ventaja, dando entrada a Koikili e Igor para refrescar fuerzas en ambos costados, y mantener el esquema inalterado.
Las ocasiones seguían favoreciendo los intereses rojillos, y sobre la media hora de la segunda mitad, era Infante de nuevo quien probaba a Barbosa con una falta directa que el meta enviaba por encima del larguero. A renglón seguido, del corner botado desde la izquierda, iba a surgir un buen remate de Álvaro Corral que Barbosa, en otra memorable intervención, volvía a desviar sobre el marco. Dos ocasiones claras que reflejaban lo que podía observarse sobre el verde, un Mirandés ocupando bien los espacios, derrotando al rival en las disputas a balón dividido, y mostrando más fuerza y determinación tanto en el robo como en la construcción de jugada. Velocidad y precisión para un equipo que acabó partiendo a su rival en dos mitades, obligando al juego de balón largo sobre Aranda sin otro plan al respecto.
Con un lanzamiento de falta de Momo, que Bernardo atajaba con seguridad redondeando su gran debut, el colegiado daba por concluido un encuentro intenso, vibrante, y que refrenda las opciones del Mirandés a optar por algo más que la permanencia. Un choque que concluía con triunfo merecido, y que premiaba un intenso trabajo de cabeza y corazón.
