Skip to main content
PRIMER EQUIPO

El Racing se lleva demasiado premio de Anduva (0-1)

Los rojillos, que recibieron un gol tempranero, hicieron méritos para empatar en una segunda mitad en la que fueron superiores.

No pudo ser. Estaba todo preparado para un partido grande en Anduva. Una de esas tardes en las que afición y equipo se unen para alzarse con los tres puntos. Pero, un gol solitario de César Díaz para el Racing impidió repetir victoria frenta a los rojiblancos que, con los tres puntos de Anduva, igualan a todo con los de Pablo Alfaro concluida esta vigésimo segunda jornada de liga en el Grupo II de Segunda División B. Lo cierto es que los racinguistas se llevaron mayor premio del que merecían, sobre todo a tenor de una segunda mita en la que los rojillos reaccionaron e hicieron méritos para empatar la contienda. Después se vería que podría pasar. Pero no, el balón no quiso entrar hoy.

La primera parte fue para los de Viadero, o al menos los 25 minutos iniciales. En ellos llegó el gol solitario de César Díaz que a la postre valdría tres puntos, concretamente en el minuto 13. Es cierto que los racinguistas fueron superiores a su rival, pero más por posesión y colocación sobre el terreno de juego que por ocasiones. De hecho, el único disparo entre palos hasta ese momento fue el gol de cabeza del delantero verdiblanco, que marcó perfecto los tiempos en el salto y no dio opción a la defensa de impedir un remate certero a la red. Superada la media hora de juego, los rojillos ya eran los que mandaban y habían avisado con acciones de peligro previas. David Prieto remataba un libre directo demasiado flojito a las manos de Iván Crespo. Cuatro minutos después, en el 29, Borja Sánchez se zafaba de hasta dos rivales y disparaba contra la defensa para que fuese su compañero Igor Martínez quien acabase la jugada con una volea que se marchó por línea de fondo. Y el zurdazo de Paris en el 32, con una cabalgada por banda derecha, acabó en las manos de Crespo de nuevo que atajó el disparo del lateral desde el pico del área. Al filo del descanso eran los de Alfaro quienes inclinaban la balanza hacia su lado en busca del empate.

La segunda mitad arrancó con menos ritmo del que había concluido la primera, algo que lógicamente beneficiaba al equipo que iba por delante y, de hecho, hacía por provocar ese “que no pase nada” sobre el césped. Muchas faltas, interrupciones, jugadores en el suelo… El balón apenas circulaba y, cuando lo hacía, era en zonas estériles. Y es que los de Viadero habían tornado el guion. Ahora ya no querían la pelota ni el dominio. Ahora esperaban atrás, los once jugadores en su campo para robar y salir a la contra. Pero al Mirandés, que le gusta el trato del balón, tampoco le venía mal este planteamiento. De hecho, crecía más y más con el paso de los minutos. Eran mejores y merecían el empate, que pudo llegar en el 53, con u.n centro-chut de Igor Martínez o en el minuto 57, con una volea de diesta de Diego Peláez que de nuevo se estrelló en la maraña defensiva verdiblanca. ¡Iba a gol! Pero sin duda, la mejor de los rojillos llegó en el 61, tras un taconazo perfecto de Peláez que devolvía en pared el cuero a Cervero al que su disparo -ya pisando área- le salió mordido y más fácil de lo esperado para el meta Crespo. Entre tanto, los racinguistas apenas merodeaban territorio de Limones, más allá de un disparo de Óscar Fernández desde la frontal que se fue por encima del larguero. Pese a la superioridad, el tanto de la igualada no llegaba.

Los últimos diez minutos de partido el ritmo volvió a decrecer. De nuevo constantes faltas, jugadores lesionados y juego interrumpido. Sin embargo, el Mirandé gozarían de nuevo de ocasiones -las mejores- para poner las tablas en el electrónico que hubiesen sido más que justas. En el 82, Pito Camacho ganó en velocidad a su par y, de primeras ya en el área, disparó de exterior al lateral de la red. Seis minutos después, su pareja de baile en la punta de ataque, Cervero, tocaba sutil en el aire y también con el exterior de la bota un balón colgado desde la derecha. Una ocasión que hace semanas entraba, pero hoy de nuevo se le volvía a negar el gol al delantero rojillo. Cumplidos los cinco de añadido decretados por el colegiado, el 0-1 dictaba sentencia en Anduva y los de Santander se llevaban demasiado premio del feudo rojillo a juzgar por lo visto sobre el verde.