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ACTUALIDAD

CD Mirandés 2 - 1 FC Barcelona B

Victoria rojilla en la primera jornada liguera

El Club Deportivo Mirandés consiguió su primera victoria de la temporada en el duelo inicial del curso 2013/14 frente a un FC Barcelona B, que si bien exhibió calidad y juego, no pudo superar al equipo de Gonzalo Arconada que con brega, ritmo y mucha intensidad sobre el verde se alzó con la merecida victoria. Iriome y De Cerio fueron los goleadores de la tarde, compartiendo podio con Prieto, que firmó una magnífica actuación bajo palos.

El encuentro comenzó con una necesaria toma de temperatura al partido, al equipo y al escenario. Caras nuevas en ambos conjuntos y bandos renovados en apariencia, aunque con mucho de su esencia pasada también presente. El Barça arrancó reclamando la posesión del esférico como ya se preveía, mucho manejo horizontal, calidad en la búsqueda de soluciones e inicio de jugada desde la propia meta. En los compases iniciales, el Mirandés aún estaba posicionándose sobre el terreno de juego, cuando Román y Dongou ya había probado a Pancho Prieto en sendos disparos a corta distancia, respondiendo el guardameta chileno con reflejos y seguridad bajo palos.

El equipo blaugrana se esforzaba en su asignatura principal, la de la construcción por interacción de todas las líneas, y ahí tuvo protagonismo especial en este periodo Edu Bedia, importante para dar criterio a la salida y al despliegue ordenado. Con un rival en plena efervescencia, el Mirandés comenzó a crecer desde atrás, con mucho orden en retaguardia, buen desempeño en labores defensivas y búsqueda de una verticalidad a través de ambas bandas que llevara el peligro a la meta de Masip. En el centro del campo, Galarreta ponía la pausa y el tempo para el mantenimiento de balón, y por banda derecha, la potencia de Iriome y Malón centralizaban el ariete rojillo.

En este equilibrio de rigor defensivo y velocidad en ataque, el Mirandés encontraría antes del minuto 20 su premio a la buena labor realizada. Balón conducido por la izquierda por Borja Docal, y un gran centro medido al que no llega Mújika, pero sí Iriome González para remachar a gol y hacer el primero de la tarde. Velocidad y contundencia en una de las primeras llegadas claras del equipo local. A partir de este momento, se multiplicaron las ayudas en el achique, con buen cierre de espacios también apoyado por los mediocentros, y rápida salida bien por fuera, con extremos, bien empleando como referencia interior a De Cerio y a Mújika, muy trabajadores durante toda la tarde de hoy en la apertura de espacios.

El FC Barcelona B dio un paso adelante y buscó mover su área de influencia de creación varios metros en campo rival. Nieto y Espinosa muy cerca de la punta de ataque y Bedia con la responsabilidad de dotar de criterio a la salida escalonada, retrasando unos metros su posición, y manteniendo el peligro a balón parado. Ese movimiento táctico de subida de líneas, trajo consigo llegadas más pobladas sobre el área rojilla, y nuevas ocasiones de gol como la que abortó Caneda en un durísimo disparo de Dongou, o la que se estrelló en la cruceta tras golpeo preciso de Patric, con toda la intención, pero sin suerte. Terminaba una primera mitad en la que el FC Barcelona B gozó de la posesión y de la estadística, pero en la que el oficio y la potencia del cuadro de Anduva optimizó al máximo sus opciones, consiguiendo una meritoria ventaja.

La segunda parte no pudo empezar mejor para el CD Mirandés. De Cerio, desde fuera del área lograba colar un disparo preciso y ajustado en la meta de un Masip que casi no se había calzado los guantes, consiguiendo el dos a cero. Premio a la efectividad y tanto importante según iba a desarrollarse el encuentro a partir de ahí.

El gol espoleó al Barça que se vio en la necesidad de cristalizar sus opciones en tantos, después de una mitad con mucho movimiento de balón pero nula capacidad transformadora. El empeño blaugrana era fuerte, pero tuvo que ser en un error en defensa del Mirandés, y precisamente, de Iriome, donde el equipo de Eusebio encontrara la grieta. Un balón cruzado que el canario no acierta a ceder a Prieto en su salida, es aprovechado por Nieto, quien se anticipa a todos y logra el primer tanto de la tarde para los visitantes.

No había hecho más que arrancar el segundo periodo y ya se habían visto dos goles, uno en cada bando. El tanto motivó a un Barcelona que creció en confianza, atrevimiento y profundidad en la medular. Ese momento de mejora en el juego interior, se encontró rápidamente con una respuesta desde el lado contrario, Arconada colocó a Nagore junto a Iván Agustín y Ruiz de Galarreta, para discutir el planteamiento en la divisoria, y obligar al rival a tocar en dominios, o bien explorar la opción de los siempre veloces Nieto y Dongou.

Cambios tácticos y ocasiones para los dos conjuntos, primero para los locales en un fabuloso saque largo de Prieto sobre De Cerio, cuyo centro rechazado aprovechó Iriome para rozar la escuadra desde la frontal; y después, para los azulgranas, en un nuevo mano a mano que Prieto atajó, salvando a su equipo del empate.

La entrada de Muñiz favoreció en las acciones a balón parado el peligro sobre el marco de Masip, suerte en la que el Mirandés aventajó durante la tarde de hoy a su rival y que fueron foco permanente de peligro para los pupilos de Eusebio. Si el Mirandés traía el peligro por el aire, el rival buscó explotar esa vía también en la cabeza de Dongou, tras centro lateral de Espinosa, pero hoy no era el día del africano y no logró conectar un cabezazo que podría haber supuesto la restauración del empate. Pero no sólo la falta de puntería condenó al Barça B, de nuevo Pancho Prieto, hoy convertido en ídolo local, resolvía magistralmente un disparo envenenado de Espinosa con una fenomenal estirada, con la que se cerraban muchas de las esperanzas visitantes.

El tiempo pasaba, y el equipo catalán no acertaba a romper la defensa colectiva del CD Mirandés que se mantenía fuerte y recta gracias al desgaste y esfuerzo excepcional llevado a cabo por todas sus líneas. Los últimos minutos, en los que la llegada de balón a posiciones de ataque se diluía, recibieron una buena noticia en forma de más trabajo y opciones de salida en la figura de Igor Martínez, que  flanqueando por la derecha, ofreció ruptura al espacio entre centrales.

El partido moría y la concentración en retaguardia y las ayudas por parte de todos se tornaban fundamentales. El Mirandés no bajó el pistón y logró contener las últimas embestidas, ya con más corazón que cabeza, de un Barça B que no consigue puntuar en Anduva por segundo año consecutivo. Fantástico arranque y tres puntos para empezar a pensar ya en el Real Zaragoza.